
Los inicios de este blog son bien conocidos por mis más cercanos amigos. Para los que no lo son tanto pero que amablemente pasan por aquí, o para los nuevos amigos que este espacio me ha dado –que no son pocos–, les resumo: hace tres años, cansado de la rutina, dejé una práctica que cultivé con disciplina desde mi adolescencia: dejé de beber. A las dos o tres semanas de régimen, una mañana tipo 6 am, luego de haber lavado los platos de la cena de la noche anterior, leído un par de capítulos del libro que estaba leyendo, mientras la ropa daba vueltas en mi lavadora, recostado en mi sofá, descubrí que existía algo que hasta entonces no conocía, algo llamado “sábados por la mañana”. En casi veinte años de tragos y conversaciones extensísimas no me había dado cuenta de que el tiempo es largo, se expande. El alcohol es un reducidor de tiempo. En fin: toda esa vuelta para decir que ahora que no bebía tenía un montón de tiempo libre. Decidí entonces abrir esta página para compartir con mis amigos mis opiniones sobre las lecturas que iba haciendo y transcribir los textos que me gustan y que no circulan mucho por ahí. Al comienzo les pasé el link a unos diez o doce, a comienzos de este año estaban pasando por aquí alrededor de 300 personas cada día.
Fue un buen ejercicio: organicé ideas, descubrí puntos de vista que no sabía que tenía, conversé con viejos y nuevos amigos sobre temas que me fascinan –libros, autores, lectores, lecturas– y, sobre todo, guardé por fin mis comentarios sobre las lecturas que iba haciendo, algo que siempre quise hacer y que nunca hice hasta este blog. Aquí quedan.
No, no fue que volví a beber. O sí, pero eso pasó hace casi dos años. El motivo de esta despedida es que de unos meses para acá advertí que no estaba leyendo y comentando en este espacio, sino que estaba leyendo exclusivamente para comentar en este espacio. Mis elecciones de lecturas comenzaron a girar en torno a este blog. Y aventuras de lectura que he querido emprender se fueron aplazando porque no encontraron su oportunidad aquí por diversos motivos. Así, se fueron acumulando en mi biblioteca frente a la que ahora escribo esta nota Ana Karenina de Tolstoi, La cartuja de Parma de Stendhal, Los miserables de Victor Hugo, la Trilogía de Deptford de Robertson Davies… y no sigo enumerando porque les haría perder media jornada en una lista inútil. Antes esos títulos me susurraban que los acogiera, ahora sus lomos son como el maullido lastimero de gatitos perdidos. Y debo atenderlos.
A todos gracias por pasar, por comentar, por hacerse socios de este club de conversación. Por la amistad, por las sugerencias, por los chistes y por las palizas que me dieron. Yo la pasé del carajo. Espero que ustedes también. Ya nos veremos por ahí más adelante.
Comentarios
Pero bueno hermano, mil gracias por tantas recomendaciones de lecturas tan bacanas. Buen viento en las nuevas rutas. Yo también extrañaré mucho "El ojo en la paja". Un abrazo.
Quedan por aquí esas reseñas para visitar a la vuelta, y quedan lecturas pendientes. Y quedarán un montón de anónimos huérfanos. Buena mar con lo que siga. Va un abrazo y por ahí nos seguiremos viendo.
Oí Camilo, yo creo que ya retirado y perdido de la rasca otra vez, podes volver a poner la de dan ganas de balearse en un rincon, como un bonus track ahí.
Muchas gracias Camilo por el bló.
es una manera de tener contacto...
se aprende...
se va a extrañar!
lo bueno es que como dices, tus comentarios quedan ahí. y los de tus lectores también.
para mí fueron tres años bonitos por las lecturas y por los vínculos que se construyeron.
un abrazo.
martín.
Lo bueno es que a mi me puede seguir haciendo recomendaciones por el interno. lero lero.
Un abrazo, muchos exitos y hasta la próxima :D
Diana R.
Colombia.
Noe vemos, pues
malvisto
http://malvisto.wordpress.com/
Abrazo, Camilo, y gracias por este agradable espacio.
Volveré a leer Los Miserables, tomaré esta, como una de tus últimas recomendaciones aqui.
Saludos,
D.A
Gracias Camilo, espero vuelva por acá.
Gracias por todo y éxitos en el resto.
Luis Alberto.
Y no sólo me harán falta tus libros. También me faltarán las pertinentes indicaciones de estilo que se podían leer entre líneas y en la selección de los autores. Y claro, el diálogo que se establecía con los lectores (restando las babosadas de los que se atribuían el mérito de estar en el grupo tus cercanos —que parecían querer volver una rosca la cosa—, hubo aportes muy interesantes y algunos destellos de humor, que tambien se agradecen).
La disculpa aludida para cerrar el chuzo me parece leve y se cae por si misma. Ya lo dijo antes que yo, Chaly2: ¿Porqué no orientar los libros que se glosan no al pedido del respetable sino al ritmo de tus lecturas, así sean esas que tenés postergadas? Por ejemplo, me encantaría recibir noticias tuyas de Ana Karenina y de Stendhal (siempre me supieron a mierda los libros que venían empacados en profesor de bachillerato).
Me uno a la solicitud de Luis H y aspiro a que el blog permanezca en la red para tener el placer de algunas relecturas (o se puede pensar que tienes material para un buen libro que proponer a algún editor malpensao) y adhiero a la alegría de old Maggie por poder comunicarme por el interno.
(Last but not least) Muchísimas gracias broder por haber sostenido tanto tiempo esa obra de misericordia de dar de leer al sediento.
Así son las cosas, uno se cansa, pero como no va a parar de leer, le van a dar ganas de venir a compartilo aquí.
Salú pue.
Soy una de sus más fieles seguidoras y a mi no me gustan las despedidas...como buena alérgica al deber, no me gusta comprometerme ni a leer o escribir por obligación ni a despedirme por compromiso...sugiero que usted se desenfade del "debo de" para que siga con el "placer de", pues creo que muchos de sus seguidores coincidirán conmigo en que lo leíamos por puro placer. Vaya usted y haga lo que tenga que hacer y, si quiere, venga usted a escribirnos cuando no aguante más las ganas, cuando tenga algo morrocotudo que quiera compartirnos, que aquí seguiremos pasando algunos para leer todo lo que escribió y que nos quedó pendiente, y para saber si alguna vez nos extrañó usted y se sentó frente a la pantalla a seguir comunicando.
Un abrazo y hasta siempre, le deseo lo mejor en todos sus proyectos.
Leticia Cedillo
México
Se le va a extrañar, sin duda, porque aunque no lo conozca, señor Jiménez, su blog ya era (y seguirá siendo hasta leer el último libro recomendado) un asunto familiar en mi vida.
Mucha suerte con lo que venga ahora en su vida.
Estoy seguro de que no voy a eliminar la página: acá queda el archivo. Y ya no estoy tan seguro de irme del todo: seguro me dará por pasarme por acá de vez en cuando a compartir alguna que otra lectura que valga la pena. También estoy seguro de que abriré otro blog o algún tipo de página más adelante. Muchas gracias de verdad, conmovedoras estas muestras de afecto. Saludos a los amigos viejos y nuevos.
Que tengas buen tiempo y buenas lecturas.
Como ponían (ponemos) los corresponsales viejos:
Afectísimo
Jose F. Calle
Y ahora, otra vez a revolver en la paja, a ver si tenemos suerte y nos bancamos otra aguja como la de tu blog. Vale, con un abrazo.
Lo que no va a haber es tanta gente preguntándote por qué no has vuelto a escribir nada.
Yo pasé muy bueno leyendo Elojoenlapaja. De vez en cuando releo posts que me gustan mucho, como el de Offenbach. Gracias.
Saludos desde México.
Un post de despedida:
http://unahogueraparaqueardagoya.blogspot.com/2010/08/blogs-que-nacen-blogs-que-mueren.html
Un abrazo y muchas gracias.
Camilo Suárez.
Suerte, y larga vida al Ojo en la Paja!
Espero que algun días vuelvas, Un saludo desde Argentina, buenos aires.
Un abrazo y salud.
¿Si recogemos un X número de firmas, se anima a volver?
Tarde acabo de descubrirlo? No puede ser!
Espero poder leer lo anterior mientras vuelves.
Saludos,
Ana Lucia
.
http://mobocol.blogspot.com
Saludos, y buena suerte!!
Elisa
JN
La profesora de los sábados en la mañana...