Fotografía tomada de Bookshelf Porn |
Un párrafo sin errores. No se trataba de resolver un
acertijo, de componer una pieza literaria o de encontrar razones para defender
un argumento resbaloso. No. Se trataba de escribir un párrafo que condensara un
texto de mayor extensión. Es decir, un resumen. Un resumen de un párrafo. Donde
cada frase dijera algo significativo sobre el texto original. Donde se
atendieran los más básicos mandatos del lenguaje escrito –ortografía, sintaxis–
y se cuidaran las mínimas normas de cortesía que quien escribe debe tener con
su lector: claridad, economía, pertinencia. Si tenía ritmo y originalidad,
mejor, pero no era una condición. La condición era escribir un resumen en un
párrafo sin errores vistosos. Y no pudieron.
Está bien, no voy a generalizar. De treinta estudiantes,
tres se acercaron y dos más hicieron su mejor esfuerzo. Veinticinco muchachos no
pudieron escribir el resumen de una obra en un párrafo atildado, entregarlo en
el plazo pactado y usar un número de palabras limitado, que varió de un
ejercicio a otro. Estudiantes de comunicación social entre su tercer y su octavo
semestre, que estudiaron doce años en colegios privados. Es probable que entre
cinco y diez de ellos hubieran ido de intercambio a otro país, y que otros más
conocieran una cultura distinta a la suya en algún viaje de vacaciones con la
familia. Son hijos de ejecutivos que están por los cuarenta y los cincuenta,
que tienen buenos trabajos, educación universitaria. Muchos son posgraduados. En
casa siempre hubo un computador; puedo apostar a que al menos veinte de esos
estudiantes tiene banda ancha, y que la tele de casa pasa encendida más tiempo en
canales de cable que en señal abierta. Tomaron más Milo que aguadepanela, comieron
más lomo y ensalada que arroz con huevo. Ustedes saben a qué me refiero.
Por supuesto que he considerado mis dubitaciones, mis
debilidades. No me he sintonizado con los tiempos que corren. Mis clases no
tienen presentaciones de Power Point ni películas, a lo más vemos una o dos en
todo el semestre. Quizá ya no es una manera válida saber qué es una crónica
leyendo crónicas, y debo más bien proyectarles diapositivas con frases en mayúsculas
que indiquen qué es una crónica y en cuántas partes se divide. Mostrarles la
película Capote en lugar de leer A sangre fría. No debí insistir tanto en
la brevedad, en la economía, en la puntualidad. No pedirles un escrito de cien
palabras sino de tres cuartillas mínimo. Que lo entregaran el lunes, o el
miércoles.
De esas limitaciones e inseguridades mías, quizá, vengan las
pocas y tibias preguntas de mis estudiantes este último semestre que di clase,
sus silencios, su absoluta ausencia de curiosidad y de crítica. No supe
preguntar esta vez, no supe invitarlos a pensar. De ahí quizá vengan sus
párrafos aguados, con errores e imprecisiones, inútilmente enrevesados, con
frases cojas y desgreñadas. Esos párrafos vacilantes, grises, temblorosos que
me entregaron durante todo el semestre. Pareciera que estoy describiendo a un grupo
de zombies. Quizá eso es lo que son. Los párrafos, quiero decir.
El curso se llama Evaluación de Textos de No Ficción y pertenece
a la línea de Producción Editorial y Multimedial de la carrera de Comunicación
Social de la Universidad Javeriana. En cuanto a lecturas, siempre propuse piezas
ejemplares en los géneros más notorios de la no ficción: crónica, perfil,
ensayo, memorias y testimonios. Los autores iban variando de un semestre a
otro. Capote, Talese, Hersey, Abad Faciolince, Mitchell, Wolf, Paz, Rossi, Salcedo
Ramos, Borges, Caparrós, Tejada Cano, Reyes, Samper Pizano, Sacks… A partir de
esos clásicos nacionales y extranjeros los estudiantes intentaban escritos como
los que debe elaborar un editor durante su ejercicio profesional. Primero un
resumen: todos los textos de los editores son breves, o deberían serlo
–contracubiertas, textos de catálogo, solapas, etcétera–. Una vez que la
mayoría hubiera conseguido un resumen bien hecho pasábamos a escritos más
complejos: notas de prensa y contracubiertas, para terminar con un informe
editorial o una reseña.
En una de las sesiones semanales revisábamos lo que veníamos
leyendo, y yo intentaba dirigir la conversación para que identificaran las
características del género, así como las fortalezas y debilidades del texto en
cuestión. La otra sesión la dedicábamos a revisar y pulir los ejercicios
escritos de los estudiantes. En el centro de todo el programa estaban la
participación y la escritura de textos breves a partir de otro texto mayor. Insistí
siempre en la participación en clase para fomentar actividades que noto algo
empañadas en la actualidad: la escucha atenta, la elaboración de razones y
argumentos, oír lo que uno mismo dice y lo que dice el otro en una
conversación. Buscaba que practicaran hacerse entender en un grupo, una
herramienta que estimo fundamental no sólo para la vida profesional, sino para
la vida civil. El otro concepto
transversal –debo posar de académico—del curso, la economía lingüística,
buscaba mostrarles la importancia de honrar la prosa. Si uno en cien palabras
debe sintetizar un libro de 200 páginas debe cuidar cada palabra, cada frase,
cada giro. En últimas, la palabra escrita les dará de comer a estos estudiantes
cuando sean profesionales, no importa si se desempeñan como editores de libros,
revistas o páginas web, como periodistas o como profesores e investigadores. Cada
palabra es importante, cada frase debe decir algo pertinente.
La inmensa mayoría de estudiantes de este último semestre
que di clase, y los de dos o tres anteriores, nunca pudieron pasar del resumen.
No siempre fue así. Desde que empecé mi cátedra, en 2002, los estudiantes
tenían problemas para lograr una síntesis bien hecha, y en su elaboración nos
tomábamos un buen tiempo. Pero se lograba avanzar. Asimismo, siempre hubo otro
ambiente en mis clases. O motivé yo un ambiente distinto, no sé. Notaba un calibre
más inquieto en los veinteañeros que estaban frente a mí. Más dubitativo. Más
curioso. Había más preguntas en el ambiente. No encuentro otra forma de
decirlo. Lo que siento de tres o cuatro semestres para acá es más apatía y
menos curiosidad. Menos proyectos personales de los estudiantes. Menos
autonomía. Menos desconfianza. Menos ironía. Menos espíritu crítico.
Debe ser que no advertí cuándo la atención de mis
estudiantes pasó de lo trascendente a lo insignificante. El estado de Facebook.
“Esos gorditos de más”. El mensaje en el Blackberry que no da espera. Debe ser
que no me supe sintonizar para el momento en que La Tigresa de Oriente se
volvió más cool que Patti Smith.
Nunca he sido mamerto ni amargado ni ñoño, no me voy a
engañar: a los veinte años fumaba marihuana como un rastafari y me descerebraba
con alcohol cada que podía al lado de mis cuates. Quería ver tetas, e hice
cosas de las que ahora no me enorgullezco por tocarlas. Empeñé mucho, mucho
tiempo en eso. Pero leía. Mis amigos veían películas como si se les fueran a
salir los ojos. Podíamos discutir una hora, cuál de todos más copetón, si John
Cazale era el Freddo de El Padrino y el
compañero de Pacino en Tarde de perros.
O en qué discos de Lou Reed había tocado el bajo Fernando Saunders. Esas cosas
que no interesan. O sí. No sé, en esos tiempos lo importante, creo, era
discutir, especular, quedar picados para buscar después el dato inútil. Interesaba
eso: buscar. A otros por supuesto les interesaban el dinero, el poder y las
chicas. Y no leían. Pero había muchas personas de nuestra edad que estaban
haciendo cosas, que se preguntaban cosas, que especulaban. Estoy por pensar que
la curiosidad se esfumó de estos alumnos míos desde el momento en que todo lo
comenzó a contestar ya, ahora mismo, el doctor Google.
Es cándido echarle la culpa a la televisión, a Internet, al
Nintendo, a los teléfonos inteligentes. A los colegios, que se afanan en el
bilingüismo sin alcanzar un conocimiento básico de la propia lengua. A los
padres que querían que sus hijos estuvieran seguros, bien entretenidos en sus
casas. Es cándido culpar al “sistema”. Pero algo está pasando en la educación
básica, algo está pasando en las casas de quienes ahora están por los veinte
años o menos.
Mi sobrino le dice a su madre, mi hermana, que él sí lee,
que lee mucho en Internet. Es una respuesta generacional y genérica. La
pregunta es cómo se lee en Internet. Lo que he visto es que se lee en medio del
parloteo de las ventanas abiertas del chat, mientras se va cargando un video en
Youtube, siguiendo vínculos. Lo que han perdido los nativos digitales es la capacidad de concentración, de introspección,
de silencio. La capacidad de estar solos. Sólo en soledad, en silencio, nacen
las preguntas, las ideas. Los nativos digitales no conocen la soledad ni la
introspección. Tienen 302 seguidores
en Twitter. Tienen 643 amigos en
Facebook.
Dejo la cátedra porque no me pude comunicar con los nativos
digitales. No entiendo sus nuevos intereses, no encontré la manera de
mostrarles lo que considero esencial en este hermoso oficio de la edición. Quizá
la lectura sea ya otra cosa con la que no me pude sintonizar. De pronto ya no
se trata de comprender un texto, de dialogar con él. Quizá la lectura sea ahora
salir al mar de Internet a pescar fragmentos, citas y vínculos. Y en
consecuencia, la escritura esté mudando a esas frases sueltas, grises, sin vida,
siempre con errores. Por eso los nuevos
párrafos que se están escribiendo parecen zombies. Ya veremos qué pasa dentro
de unos pocos años, cuando los alumnos de mi último semestre de clases tengan
treinta y estén trabajando en editoriales, en portales y revistas. Por ahora,
para mí, ha llegado el momento de retirarme. Al tiempo que sigo con mis cosas
voy a pensar en este asunto, a mirarlo con detenimiento. Pongo el punto final a
esta carta de renuncia con un nudo en la garganta.
Comentarios
Me gustaria que dictara clases independientes a personas que de verdad quieran aprender a escribir bien, por su puesto que Ud. lo disfrutaría y otros aprenderíamos y creo, hasta obtendría mejores ingresos.
Nadie le enseña nada a nadie, cada cual aprende lo que quiere aprender, el profesor es un guia, un orientador.
Cuándo y dónde inicia sus clases?
Ingeniero Docente
Soy docente de lenguas egresada hace pocos años, soy nativa digital y estoy de acuerdo con usted, nosotros NO sabemos escribir, se nos dificulta cada día más. Estoy segura que parte del problema son las redes sociales como facebook.
Me encantaría tomar una cátedra con usted y volver a la vieja escuela y aprender a escribir como se debe. No debemos perder este bello medio de comunicación, como lo es la escritura. D
http://www.youtu.be/eD5Pr55V9tE
http://www.youtu.be/xtShUEXP3hE
http://www.youtu.be/hUjXesl2po8
Publicamos su entrada en:
http://www.facebook.com/DisyDeb
Me puede contactar en: http://www.facebook.com/Sacnoth.XIII?ref=tn_tnmn
Ana María Sanchez
El amor al conocimiento (o a las múltiples formas de conocimiento), se cultiva y está muy lejos de la imagen del portador de saber que enseña y el alumno pasivo que simplemente recibe o repite. Creo comprender al profesor y estar de acuerdo con sus preocupaciones, pero la verdad, le hace un gran favor a la universidad; una persona que sale corriendo cuando no encuentra lo que esperaba no es capaz de aprender algo nuevo, ni de escuchar y mucho menos de enseñar de una manera creativa.
Soy peruano, escuché un caso en el colegio de mi hermana, que un padre de familia tuvo que cambiar a su hija del colegio porque le exigían mucha lectura y la educación que ofrecia era mucho para su hija según el progénitor.
Al contrario mi hermana llevaba la misma educación y andaba por un buen nivel de conocimientos.
Me indigna las personas ignorantes que no se hacen una mea culpa y que dependen que el colegio tiene que ser la formación de su hijo, cuando tienen que ser ellos los primeros educadores de los valores que van a inculcarle.
Soy estudiante de periodismo, y tuve una experiencia igual a la vuestra profesor Camilo. Ya que mi maestro de Redacción periodística nos mantuvo en un solo tema durante dos meses metidos en un solo párrafo ya que nadie entendía la clase y tampoco lo que era una noticia.
Todos eramos estudiantes de un taller de Sistematización en la que se reunían alumnos de V al X ciclo, habián alumnos que ejercían la carrera en algunos medios, y otros como encargos de prensa de varios partidos politicos y relacionistas públicos; merecedores de su poco conocimiento llegaban en unos grandes autos y sus monstruosas Latops que me explicaba a mi mismo que uso le daban a esos equipos.
Lamentablemente no pudimos continuar con el programa porque nos quedamos en un solo tema donde muchos no pudieron salir y fuimos algunos los que intentamos escalar ese hoyo.
Y en la clausura del curso el profesor mortificado, notándosele una impotencia y gran tristeza por no haber logrado lo que el queria poner en práctica que no pudo lograr. Nos mantuvo tras una hora de discurso compartiendo experiencia y conocimientos de como empezó el periodismo y las duras y satisfactorias noches a las que consumia sus pestañas para leer y devorar los libros en su soledad -estoy seguro que tampoco pudieron entenderlo-.
La educación de ahora es fantasiosa. Son pocas las universidades que pueden llegar a formar buenos alumnos, aunque valgan verdades también dependemos muchos de una independencia de autodidacta para comprender lo que es la realidad. Porque los maestros solo emiten un juicio y nosotros estamos para analizarlo y también darle un juicio y una opinión que debemos sostener con argumentos racionales para cambiar lo que creemos y estamos seguros que es verdad.
El internet es un instrumento que me ha aportado mucho conocimiento tanto en las lecturas de algunos libros que no conocia como varios temas que hubiese tardado en conocerlo.
Las redes sociales aportan un minimo porcentaje de conocimiento pero es un río caudaloso que en menos de lo posible sin darte cuenta te va arrastrando, por eso solo hay que tener el criterio para caminar por los márgenes.
Ha escrito un buen artículo de acuerdo con lo dicho y por la realidad que muchos de ustedes como catedráticos conocen.
Gracias por difundir la realidad que se vive y que cada vez se hace menoscabo el valor por el arte de una buena cultura.
No conozco muy bien esto de los blogs, por lo que de antemano ofrezco disculpas ante mis errores de novato; y espero que tambien perdone mis errores otrográficos.
Anhelo una respuesta positiva de su parte. Me encantaría que leyera mi humilde opinión.
Muchas Gracias por su tiempo
[...Estos son sólo dos ejemplos estúpidos que se acaban de cruzar en mi camino, pero si tienen ustedes la paciencia y el estómago suficiente como para leerse al azar unos cuantos centenares de comentarios de los lectores en blogs, prensa digital, foros, twitters, facebooks y demás, no tardarán en llegar a la conclusión de que una buena parte de la humanidad no entiende lo que lee. Y lo que es más misterioso aún: sin entender ni un pijo de lo que acaban de tragarse, demuestran tener una opinión formada sobre ello. Sin complejos. Maricón el último...
El tema es aún más sangrante si se tiene en cuenta que esta es, supuestamente, la generación audiovisual, aquella que ha sido amamantada con el biberón digital de las imágenes en movimiento; la de Facebook y Twitter y Youtube; la de los vídeojuegos con guiones de 100 páginas; la de los mp3 descargados a chorro; aquella que tiene a su alcance todas las obras de arte de la historia de la humanidad, todas, a un único clic de distancia; la del cine de efectos especiales apabullantes y ritmo, más que frénetico, colérico; la de las series de TV de trama compleja y laberíntica, esas cuyos personajes ostentan nombres de filósofos de la Ilustración Escocesa. La de la educación gratuita, la de las bibliotecas atiborradas, la de todos los gastos pagados. La generación post-post-modernista, la de la autoconciencia, la autoestima y el cinismo por bandera...
Pero eso sí: todos estos chavales tienen carrera. ]
[ Un gran logro del estado del bienestar, cierto. Ni un solo analfabeto sin estudios superiores... ]
PD. Lo siento en verdad.
Guillermo Bustos
Como docente universitario que he sido por más de cuatro décadas, comparto sus inquietudes y su frustración. Yo también he pasado muchos domingos corrigiendo oraciones sin verbo, párrafos deshilvanados, escritos pobres en ideas o, peor aún, leyendo “ensayos” que a la postre resultaron ser burdos plagios.
Lo que no comparto es su pesimismo sobre lo que estos jóvenes veinteañeros pueden aprender de buenos maestros como usted. Escribir bien es una meta alcanzable para cualquier persona normal (me refiero a la escritura necesaria, no a la escritura como arte de la palabra). Si estos jóvenes estudiantes no escriben, como esperaríamos que lo hicieran después de pasar quince años en el colegio y de aprobar el examen del ICFES, ¿por qué no empezamos por preguntamos dónde está la raíz del problema, en lugar de etiquetarlos definitivamente como personas negadas para la escritura? ¿Si son capaces de aprender otras formas complejas de expresión como la música o las artes visuales, por qué extraña razón no serían capaces de aprender a escribir? ¿Qué responsabilidad tienen en esto quienes fueron sus profesores de lenguaje en el colegio?
Si aceptamos que escribir y leer son competencias comunicativas básicas para toda la vida -no sólo para el breve paso por la universidad-, y si un número significativo de estudiantes no ha alcanzado los niveles exigidos de lectura y escritura, no tenemos otra alternativa que encargarnos de llenar esos vacíos, en lugar de seguir buscando a los culpables, o cerrar los ojos y dejar que ellos los llenen por su cuenta. No es esta una concesión especial que les hacemos a los estudiantes, sino una consecuencia de la responsabilidad que adquiere la universidad por el solo hecho de haberlos admitido.
Como profesor de escritura en la universidad, sé que esta no es una tarea fácil ni agradecida, sino una labor lenta, callada y sin resultados espectaculares al corto plazo. No nos van a dar ningún premio por esto, ni nuestros nombres van a quedar inscritos en la historia de la educación. Al igual que usted, termino cada semestre con el sentimiento de estar persistiendo un esfuerzo utópico e inútil. Lo que me anima a continuar es la convicción que tengo en la inagotable capacidad de aprender de estos jóvenes y en que enseñarles a escribir es enseñarles a pensar y a expresar claramente lo que piensan, para que no sean otros los que terminen pensando por ellos. Por eso, Profesor Camilo, por favor, no renuncie!
Ud ha dado muestra de honestidad con ud mismo.
Pero no tiene un discurso que explique el ¿por qué de esas formas de actuar de esos estudiantes?.
Ud existía como coactor de una cultura formativa ESTÁTICA.
En ella, los docentes, relacionan a los estudiantes con discursos elaborados.
Discursos que son seleccionados, ordenados y distribuidos en un plan de estudio. Como la asignatura “Evaluación de Textos de No Ficción y pertenece a la línea de Producción Editorial y Multimedial de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Javeriana”
Con los contenidos (temas o códigos elaborados) de esos discursos elaborados se trata de relacionar, a los estudiantes, para que respondan por lo que, en cada modalidad de ese tipo de cultura formativa, se considere como lo relevante. Ya sea para repetir, dicho discurso elaborado, mecanizarlo o aplicarlo.
Pero no para validarlos. A partir de orientarlos para que produzcan un tipo de pensamiento, envuelto en un discurso, dos caras de una misma moneda, bajo una forma oral o escrita.
Si no orientan a los estudiantes para que produzcan ese tipo de pensamiento/discurso elaborado, que han de presentar de forma oral o escrita, ¿qué se les ha de evaluar?. ¿qué papel ha de jugar ese discurso elaborado, sobre lingüística discursiva o ¿textual?, en la reproducción simbólica discursiva significadora, de ciertos hechos para presentarlos de manera escrita y evaluar esa sistematización, que se ha de presentar periodísticamente?.
Si no producen un tipo de pensamiento no hay discurso; y, si no hay discurso, no tendrán nada que presentar, en forma oral o escrita.
Y quien no investiga no puede producir pensamientos y no tiene derecho ni puede escribir, con rigor, sobre lo no investigado. En la escritura, la coherencia, la da el tipo de pensamiento o significados construidos sobre la existencia de lo investigado; y el discurso, presentado en forma escrita, tiene que ver con la cohesión: tejer las ideas, párrafo tras párrafo con rigor.
La producción del significado, constitutivo de un tipo de pensamiento, es de la incumbencia de las gnoseologías; y la sistematización del discurso, en su forma escrita, es de la incumbencia de las lingüísticas.
Pero, además, tras esas culturas formativas, está un tipo de calidad de la educación. Y ud actuaba como un co-actor de un tipo de calidad de la educación, en crisis absoluta, que no le despierta el interés, o la pasión, a los estudiantes para formarse como sabedores, si no como semi-informados, entrenados, informados o conocedores. Que por lo que le leí, el conocedor, es lo que ud pretendía ayudarles formar en ellos.
!No se puede hacer vinos nuevos con odres viejos¡.
Ni ellos ni ud, ni la Universidad, tienen la culpa. Es la crisis absoluta del tipo de modelo pedagógico que subyace en esos tipos de trabajos-culturas formativas. Eloos conllevan a un tipo de educador, que ud representaba y reproducía, con su actuación, como un tipo de sujeto social, también desfasado.
Lo que falta es una autoinvestigación pedagógica, de la vida cotidiana, de esos centros educativos, desde la caracterización de los tipos de trabajo formativos en el aula, para entender la perdida de pertinencia histórica.
Pero, eso, con los viejos discursos pedagógicos, será imposible de conseguir y de entender, como una cuestión histórica a superar. Y se termina echándole la culpa a la vaca… o él…tiene la culpa.
HERNANDO ROMERO PEREIRA. DOCTOR EN CIENCIAS PEDAGÓGICAS. PROFESOR TIEMPO COMPLETO DE LA UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO. her_romero@yahoo.com
Ud ha dado muestra de honestidad con ud mismo.
Pero no tiene un discurso que explique el ¿por qué de esas formas de actuar de esos estudiantes?.
Ud existía como coactor de una cultura formativa ESTÁTICA.
En ella, los docentes, relacionan a los estudiantes con discursos elaborados.
Discursos que son seleccionados, ordenados y distribuidos en un plan de estudio. Como la asignatura “Evaluación de Textos de No Ficción y pertenece a la línea de Producción Editorial y Multimedial de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Javeriana”
Con los contenidos (temas o códigos elaborados) de esos discursos elaborados se trata de relacionar, a los estudiantes, para que respondan por lo que, en cada modalidad de ese tipo de cultura formativa, se considere como lo relevante. Ya sea para repetir, dicho discurso elaborado, mecanizarlo o aplicarlo.
Pero no para validarlos. A partir de orientarlos para que produzcan un tipo de pensamiento, envuelto en un discurso, dos caras de una misma moneda, bajo una forma oral o escrita.
Si no orientan a los estudiantes para que produzcan ese tipo de pensamiento/discurso elaborado, que han de presentar de forma oral o escrita, ¿qué se les ha de evaluar?. ¿qué papel ha de jugar ese discurso elaborado, sobre lingüística discursiva o ¿textual?, en la reproducción simbólica discursiva significadora, de ciertos hechos para presentarlos de manera escrita y evaluar esa sistematización, que se ha de presentar periodísticamente?.
Si no producen un tipo de pensamiento no hay discurso; y, si no hay discurso, no tendrán nada que presentar, en forma oral o escrita.
Y quien no investiga no puede producir pensamientos y no tiene derecho ni puede escribir, con rigor, sobre lo no investigado. En la escritura, la coherencia, la da el tipo de pensamiento o significados construidos sobre la existencia de lo investigado; y el discurso, presentado en forma escrita, tiene que ver con la cohesión: tejer las ideas, párrafo tras párrafo con rigor.
La producción del significado, constitutivo de un tipo de pensamiento, es de la incumbencia de las gnoseologías; y la sistematización del discurso, en su forma escrita, es de la incumbencia de las lingüísticas.
Pero, además, tras esas culturas formativas, está un tipo de calidad de la educación. Y ud actuaba como un co-actor de un tipo de calidad de la educación, en crisis absoluta, que no le despierta el interés, o la pasión, a los estudiantes para formarse como sabedores, si no como semi-informados, entrenados, informados o conocedores. Que por lo que le leí, el conocedor, es lo que ud pretendía ayudarles formar en ellos.
!No se puede hacer vinos nuevos con odres viejos¡.
Ni ellos ni ud, ni la Universidad, tienen la culpa. Es la crisis absoluta del tipo de modelo pedagógico que subyace en esos tipos de trabajos-culturas formativas. Eloos conllevan a un tipo de educador, que ud representaba y reproducía, con su actuación, como un tipo de sujeto social, también desfasado.
Lo que falta es una autoinvestigación pedagógica, de la vida cotidiana, de esos centros educativos, desde la caracterización de los tipos de trabajo formativos en el aula, para entender la perdida de pertinencia histórica.
Pero, eso, con los viejos discursos pedagógicos, será imposible de conseguir y de entender, como una cuestión histórica a superar. Y se termina echándole la culpa a la vaca… o él…tiene la culpa.
HERNANDO ROMERO PEREIRA. DOCTOR EN CIENCIAS PEDAGÓGICAS. PROFESOR UNIVERSIDAD DEL ATLANTICO.
Acaso crees que esto cambiara el mundo?
Leo tu renuncia escuchando a un @monstruo de 15 años preguntarme: " oigo va con hache?" y no puedo mas que sentir una empatía universal con tu texto.
Hermanados en la frustración te saludo desde Salta, Argentina.
Con cariño
Malamadre , una adoptiva digital.
Voy a seguirle (pero espero que no mire nunca mis escritos, dado que faltas no le faltan, irónicamente).
Como futuro profesor, me preocupa el tema. La pregunta que me hago es en qué hemos fallado. La sociedad en general, dado que los jóvenes no degeneran como individuos de una especie en declive.
Comparto el comentario del autor del Lazarillo de Tormes :), debe haber sido un placer para muchos tener un profesor así. Para mí lo hubiera sido. Saludos.
Plantea una situación que se refleja en el tratamiento del lenguaje a través de los medios. Sin embargo, la invitación respetuosa es a volver objeto de estudio esto que por novedoso,no es nuevo; siempre ha sido y será un reto para el educador.
http://www.leyendogozo.tk/
Quedé profundamente conmovida con esta apreciación de un profesor acerca de nosotros, los estudiantes de Periodismo del siglo XXI.
No lo conozco, pero puedo decir que hay muchos estudiantes que buscamos, casi con desesperación, una persona interesante, seria, alguien con quien podamos intercambiar ideas. Alguien que, por lo que pude captar de su post, piense como usted. Tristemente, ninguno de mis 634 amigos de facebook entra en esa categoria...talvez uno que otro, pero siempre esta ocupado o simplemente no parecemos hablar el mismo idioma. Los twits, offlines, ventanas de chat...todo eso es parte de la cultura en la que nacimos y el medio por el cual nos comunicamos. No imagina lo agradecido que estaria mas de un alumno de que alguien, quien sea, se tomara el tiempo de entrar a nuestro mundo y mostrarnos, enseñarnos, todo lo que necesitamos saber acerca del mundo.
Yo creo que la era de los profesores se acabó. Empezó la era de los guias, de los "coaches". Personas sabias e ilustradas pero que no teman entrar en la jungla de las medios de comunicacion actuales y guiar a los cibernautas que todavia estan en la edad de piedra en lo intelectual, hacia la luz del entendimiento. Se buscan personas que no les dé miedo el qué dirán o romper con los esquemas antiguos de lo que debe ser relacion profesor-alumno: siempre seria, formal y solo a horas adecuadas.
Le ruego que nos den por caso perdido. Lo necesitamos, a usted y a todos los buenos guias, más de lo que nosotros mismo sabemos.
Les aseguro que si, tanto alumnos como profesores, logramos romper esos esquemas, que se han probado tan contraproducentes, construiremos el futuro. Eso si, sera un futuro diferente, muy diferente a todo lo visto hasta ahora. Le aseguro, que será mejor.
El resultado es a largo plazo, ....
Hace unos años leí un artículo en el que decían que al capitalismo le conviene tener a la gente distraida con la televisión, el celular, el internet y otra serie de aparatos para mantenernos dóciles como ovejas, para disminuir nuestros impulsos de protesta y para evitar cuestionarnos cosas importantes de nuestra cotidianidad. Decían que debiamos volver a conseguir periodos de aburrimiento ya que a partir de eso era que se desarrollaban ideas, inventos o revoluciones.
Para conseguir esos periodos de aburrimiento y soledad, en donde el humano puede razonar, pensar e inventar, podemos seguir el ejemplo de una señora norteamericana que durante seis meses le corto el internet, la televisión, el celular y la radio a sus hijos y en el transcurso de ese tiempo, ellos aprendieron a tocar un instrumento o a hacer algo productivo. Solo tenemos que hacer de cuenta que ninguno de esos aparatos existen, a no ser que sea para una cuestión de trabajo.
TENGO PARA DECIR QUE MI FACULTAD YA NO RESPONDE A LAS NECESIDADES DEL PAÍS. SALIMOS IDIOTIZADOS, ESA TAREA MIS COMPAÑEROS SI LA SABEN HACER AL PIE DE LA LETRA.
Sus argumentos sobre las razones que lo llevaron a renunciar a la Universidad son comprensibles y aunque no las comparto totalmente, me he tomado la libertad de participar en este interesante debate en el que muchos foristas han planteado sus propias apreciaciones sobre el tema. También soy profesor universitario, modelo bastante antiguo, que como estudiante solo contó con la regla de cálculo y posteriormente con la calculadora electrónica, como recursos tecnológicos para acelerar mi capacidad de respuesta neuronal a las exigencias de mis buenos profesores. A mi edad, he encontrado en los sistemas de información, las bondades de unos recursos que en mi época solo podían soñarse leyendo a Orwell, a Husley y a Verne, por mencionar solo algunos clásicos de la ficción, que asombraban a los mayores y nos permitían fantasear a los estudiantes de bachillerato de los colegios públicos en los cuales si se nos obligaba a leer. Ahora, a través de la Red, tengo acceso a más información de la que puedo asimilar y es mi responsabilidad saber filtrar lo verdaderamente útil, así sea mínimo, de lo que no agrega valor. He concluido un programa de formación virtual con el MEN y la UNAB denominado “Herramientas WEB 2.0 para la docencia” y estoy realmente emocionado con lo que puedo llevar a cabo con las herramientas de las redes sociales para estimular a los estudiantes a interesarse por la investigación, por la lectura y por la responsabilidad que deben asumir para su propia formación y aprendizaje. Sin embargo, soy consciente de que la tecnología con todo su potencial es solo un medio y no un fin. Soy de los pocos que se interesan por leer, ¡un libro cada semana!, acerca de diversos temas y estimulo a mis estudiantes para que por lo menos se lean uno al año; pero también todos los días dedico un tiempo a Internet para enterarme de lo que pasa en el mundo y los reto a ellos a la búsqueda de información sobre los temas de la realidad que trasciendan los límites estrechos de la cátedra.
También he querido renunciar a la docencia por otros motivos que tienen que ver más con los aspectos administrativos que con los académicos; pero son mis estudiantes los que me estimulan a seguir adelante. Aquellos que responden con entusiasmo a las mínimas orientaciones que les proporciono, pero sobre todo a su propio deseo de crecer, superarse y contribuir al cambio social tan necesario en estos momentos de incertidumbre.
Por algunas referencias que se han filtrado de los que han escrito en el Blog, percibo que Usted en un buen profesor y que las razones que lo han llevado a tomar esa decisión son válidas desde sus propias expectativas. Sin embargo, ¿no ha pensado en que con ello está renunciando a los retos de superar las barreras que nos imponen las condiciones de una sociedad fundamentada en lo superficial, lo fácil, lo material, lo vacuo y sobre la cual es necesario actuar buscando cambios aunque nos parezcan utópicos?
Hernando Murillo Gómez
Aspirante a maestro
Con referencia al tema los estudiantes no saben escribir, encontré un artículo que escribió Gregorio Hernández Zamora de la Universidad de California en Berkeley "¿Se puede leer sin escribir?", se publicó en el año 2004. La dirección de la web donde se encuentra es:
http://www.jornada.unam.mx/2004/04/18/mas-puede.html
Algunos apartes del texto:
En investigaciones y diálogos que he sostenido con maestros de todos los niveles educativos encuentro que si en algo están de acuerdo es en afirmar sin la menor vacilación que los alumnos "no saben escribir". Puede que así sea, pero no saben por una razón: no les enseñamos. Investigaciones realizadas desde hace años muestran que las prácticas pedagógicas parecieran diseñadas para impedir que aprendan a escribir.
Espero lo lea y también muchos de quienes hicieron comentarios y quienes no los hicieron.
Saludo a tan distinguida audiencia,
Ana María Gómez Vélez
Cali, Colombia
"No soy dino ni ato, pero aceto este reto, dotor..."
y lo mas pradójico tiene especialización, pueden imaginarse entonces el profesor que le permitió pasar.....!!!
El otro, es que este cancer de jovenes que pasan horas chupando la insalubre leche de esta mega teta que provee la tecnologia, esta en todo el mundo y no se limita solamente a los jovenes... conozco adultos (antes cultos) que ahora se dedican a regar jardines en facebook.
La tecnologia no es el problema, es el aburriemiento cronico de la humanidad y tambien, que ahora los tontos tienen un amplio espacio virtual para su esparcimiento. Antes era mas dificil encontrarlos.
Un querido amigo hace poco renuncio a la universidad porque uno de sus alumnos "lo amenzo" despues de que lo reprobara. No fue por la amenaza que renuncio, fue por la decepcion.
Por ello profesor, el sentirse defraudado y frustrado no es sólo problema suyo, muchos docentes sentimos que la juventud simplemente no quiere hacer ni aprender y el facilismo está en que sus padres les dan todo y ellos saben que los tienen de apoyo. No es igual el que trabaja para pagar sus estudios que el que espera a que papi le dé todo en la mano.
Profesor aún cuando algunos crean que le quedó grande su cátedra lo felicito porque ser docente no es sencillo, la voluntad se acaba, pero la inteligencia se adquiere con la práctica, no con la mediocridad.
Esto me genera unas pregunta: en su clase ¿cuántos estudiantes estaban inscritos?, de ellos ¿cuántos aprobaron el curso? Si la relación aprobados/inscritos es muy cercana a uno, ¿es cierto que casi todos sus estudiantes eran malos? o ¿qué hizo Usted para que quienes no cumplían las competencias, no aprobaran el curso? o símplemente la mayoría aprobó por aquello de "cuando a un profesor le pierde la mayoría, el profesor es el malo"
Quisiera decirle que esto no solo es responsabilidad de los estudiantes sino que, el problema comienza desde las aulas de primaria donde cientos de docentes frustradis ya no intentan inculcar las reglas basicas de la lengua castellana, sumado a las facilidades que trae consigo las tecnologias dan como resultado que mi generación y las siguientes sean perezosas a la hora de leer y escribir.
Ojala fueran profesores como usted los que salieran a las calles y entrarán en paro hasta encontrar estudiantes que merezcan estar sentados en un aula universitaria, no por su condicion social si no por su capacidad intelectual.
http://www.lalibreriadelau.com/lu/product_info.php?products_id=69654
Natalia Becerra Cano
Esas tres o cuatro generaciones que le han tocado últimamente, son las que salieron del colegio, después de que nos impusieron la famosa "promoción automática", responsable de que los y las maestras de la básica, tuviéramos que pasar de grado, año tras año a estudiantes sin las competencias necesarias... sin saber leer ni escribir. Los niños y niñas con los que trabajo ya saben que no necesitan hacer nada para ser promovidos, solamente matricularse y asistir.
No son las nuevas tecnologías, es este sistema perverso, que requiere de autómatas en lugar de ciudadanos y ciudadanas con criterio y autonomía, que extermina las comunidades de aprendizaje y le hace creer a nuestros jóvenes que toda la vida se resuelve en Twitter y en Facebook.
Me perdonas, pero creo que la culpa es tuya y mia. La tecno-cultura nos afecta a todos (!tu tienes tu blog!), y debemos aprender a utilizarla para la docencia, aser parte del "Pensamiento Computacional". Te invito a visitar los siguientes enlaces y luego hablamos, ¿te parece?
http://interconectados.org/
http://es.wikieducator.org/Conectividad_para_Dirigentes_Estudiantiles/Organizaciones_Estudiantiles_y_Dirigencia_-_Conectividad_para_dirigentes_estudiantiles
http://wikieducator.org/Conectividad_Latinoamericana
La noticia:
"Camilo Jiménez, profesor de la Universidad Javeriana que renunció a su cargo porque sus alumnos no saben escribir."
El hecho:
Estudiante: Profesor Camilo, aquí está un adelanto de mi trabajo.
Profesor: ¿Nombre?
Estudiante: Julio Cortázar.
Profesor: ¿Qué me va a mostrar?
Estudiante: El capítulo 68 de una novela en la que trabajo desde hace algún tiempo.
Profesor: A ver... --- ¡Pero qué es esto! --- No entiendo... --- ¡RENUNCIO!
Tengo 24 años, fui docente de 10 y 11 durante 9 meses en un colegio público cuando tenía 22. Quizás por lo que demuestro menos años de los que tengo me confundían con los estudiantes (en lo físico), logré un cierto grado de confianza con algunos. En algunas actividades extraclase con los que iban un poco mal les escuchaba frases despectivas hacia la educación; se me quedó grabada una en especial: “Yo no sé por qué mi mamá quiere que estudie, esto no sirve para nada” otro de los alumnos que estaban le respondió: “Yo estudio para tener contentos a mis papás”. Por supuesto que de los 305 estudiantes que pasaron por mi aula en ese periodo de tiempo debo resaltar la inquietud que sentían 4 de ellos, los cuales espero puedan ingresar a alguna universidad.
En un principio me preocupé por lo que encontré al ingresar a las aulas. Comenté esto con un docente de confianza, y lo que me dijo fue: “Eso no se preocupe, pase a todos esos chinos, ellos ya están acostumbrados a pasar sin hacer nada, no todos van a ser doctores, no se mate tanto.” Desde luego la respuesta me sorprendió, pero escuche respuestas similares de otros docentes tanto de primaria como de secundaria.
Bueno creo que podría escribir un artículo también, pero mejor concluyo: Esos 305 estudiantes los tenía repartidos en 7 grupos, hagan cuentas uds de cuantos estudiantes era cada grupo! Es realmente difícil tener calidad y cantidad al mismo tiempo. La tarea no es solo de los docentes, los padres de familia también tienen cartas en el asunto (por lo menos hasta bachillerato) y muchos no saben jugarla.
Esta es una renuncia que sólo percibe el problema desde la internet y sus efectos en la mente. La culpa está completamente afuera, como en los niños que se excusan diciendo que golpearon a otro más pequeño porque estaba molestando.
Lecturas ruidosas del mundo?
Incapacidad para encontrar lo pertinente?
Le sugiero revisar sus propios errores en todo este asunto, y le sugiero además comprender mejor esto de "ser digital". antes de juzgar a la ligera.
Que no puedan sentir este orgasmo cósmico que produce una lectura de un texto parido con dolor, salido de las entrañas profundas del alma, que gime y vocifera su malestar por nuestra cultura y nuestra juventud, entrampada y viciada por esos enemigos ocultos e invisibles que produce esta sacrosanta sociedad de consumo, esa poderosa estructura que nos arrastra y nos somete a sus vejámenes y que muy pocos tienen la posibilidad de alzarse por encima de ella para encontrar en el espacio de la palabra el único camino a la felicidad y el goce espiritual.
Bien que renuncie a su clase y bien los motivos que expresa. Pero me parecen incompletos sus argumentos, me parece que su perspectiva esta cerrada a una posición fácil cuando la mediocridad de los estudiantes, creo, no ocurre en un vacío institucional y social. Ejemplo: que los estudiantes sean tratados como clientes en las universidades privadas, donde se privilegia su capacidad de pago sobre sus capacidades académicas y su compromiso académico. Los procesos de admisión de las universidades privadas son inexistentes y eso también baja la calidad de los estudiantes. Tampoco ayuda que esos mismos estudiantes que vienen de colegios privados y de ciertos barrios tiendan a tener padres que les pagan la matricula sin chistar, que ir a la universidad sea un gesto social obligatorio para quienes aspiran a mantener su posición social o escalar posiciones sociales y no la actividad lógica de quien tiene ambiciones profesionales e intelectuales. Finalmente, que es los Andes, por ejemplo, si no un Facebook en tiempo real habitado por amigos con conexiones, poder y acceso a buenos empleos?
Tampoco ayuda que le paguen tan mal a los profesores, como es el caso de la Javeriana con los profes que dan de a una clase. Tampoco ayuda que no haya estimulos academicos y economicos para la investigacion en las humanidades y que no hayan programas de doctorado en humanidades serios en las universidades. Tampoco ayuda que los profes sean de a raticos, sin vinculacion laboral estable, y que dar una clase en una universidad se haya convertido en la salida para completar un salario o para untarse del prestigio social que da ser profe en ciertos círculos intelectuales.
Lo de Internet es harina de otro costal, creo, y yo no se usted, pero yo que soy buena lectora en papel, creo que Internet es lo mejor que ha pasado. Es mas, creo que ser buena lectora en el papel me hace buena lectora de Internet. Ahora, como hacer buenos lectores de Internet?
Por ejemplo, cómo va a decir el mencionado docente que no se puede obtener una buena lectura en la Internet. Le cometo mi experiencia: desde que uso la Internet leo tres veces más que antes, ha crecido mi cultura, he aprendido muchas cosas nuevas, he adquirido nuevos conocimientos, he podido tener aseso a las obras cumbres de la literatura. Y no me desconcentro cuando leo, porque simplemente CIERRO LAS VENTANAS DE CHAT, O AQUELLAS QUE PUEDAN DISTRAERME, y me enfoco solamente en la ventana que contiene la lectura.
Por otro lado, buscar en el "Señor GOOGLE" no es patológico.Y de nuevo me remito a mi experiencia personal: resulta que un día quería saber por que Robert Falcon Scott no pudo llegar al Polo Sur, por qué fracasó, si fue la mala suerte o su falta de preparación. No tenía en casa un libro que me contestara esa pregunta, la biblioteca estaba lejos. Bueno,busqué en Google y pude obtener mucha información sobre el tema, extractada de los mejores libros escritos sobre el mismo, de entrevistas a especialistas, del diario del protagonista etc ¿Hubiese podido obtener esa información de otra forma? Estoy seguro que no.
Tampoco estoy de acuerdo con que la lectura on line, como dice el profesor, se reduzca a ver citas y fragmentos.No de nuevo. Muchos lectores digitales (no me siento aludido con ese término despectivo de "Nativos digitales") han leído, entre ellos me incluyo, libros enteros en la Internet y artículos de calidad. Por ejemplo, después de vagar inútilmente por varias librerías, por fin encontré la forma de leer la obra "Lolita" de Navokov. ¿Ya adivinaron cómo? Pues, por Internet, porque de lo contrario quien sabe cuando iba a encontrar un librería donde comprarla.
Ahora, antes de acabar, le solicito al señor profesor que visite un periódico, y verá que todos los periodistas LEEN en el PC, están todo el tiempo CONECTADOS A LA NUBE, extraen información de ella en tiempo real, en fin trabajan metidos en el cuento de los "Nativos digitales".
Entonces, dirigiéndome directamente al protagonista de este rollo,le digo respetuosamente al señor Camilo Jimenez que no es un sacrilegio intelectual usar la Internet. Yo agradezco la existencia de ese invento maravilloso, así que no le tenga miedo.Por último, un dato personal: soy ilustrador y aunque nunca dejaré de amar el cartón, el pincel y el lápiz, me adapté a las nuevas tecnologías y me siento muy cómodo trabajando en plataformas digitales.Haga usted lo mismo, no es tan difícil.
Es triste ver a donde hemos llegado y más en un país donde desde hace décadas tenemos escritores de renombre y hasta un Nobel literario.
Ahora nos toca generar nuevas estrategías para ganarle la partida al facebook, al youtube y hasta el rincón del vago, ya que ni siquiera consultan en fuentes respetables.
Afortunadamente como bien lo decía un colega en otro comentario aún hay algunos como esos 5, por los que vale la pena hacerse crucificar y aún habemos docentes que le damos ejemplo y tratamos de despertar a esos zombies, como mi querido amigo y maestro Carlos Mario Garcéz que nos inspiran con su pluma y hacen un deleite de la lectura y la escritura..
http://www.otraparte.org/actividades/literatura/carlos-garces.html
Por esos héroes Salud!!!
Es triste ver a donde hemos llegado y más en un país donde desde hace décadas tenemos escritores de renombre y hasta un Nobel literario.
Ahora nos toca generar nuevas estrategías para ganarle la partida al facebook, al youtube y hasta el rincón del vago, ya que ni siquiera consultan en fuentes respetables.
Afortunadamente como bien lo decía un colega en otro comentario aún hay algunos como esos 5, por los que vale la pena hacerse crucificar y aún habemos docentes que le damos ejemplo y tratamos de despertar a esos zombies, como mi querido amigo y maestro Carlos Mario Garcéz que nos inspiran con su pluma y hacen un deleite de la lectura y la escritura..
http://www.otraparte.org/actividades/literatura/carlos-garces.html
Por esos héroes Salud!!!
Lo único que un profesor no puede perder jamás es la magia y hablo de la magia que reúne todas las acepciones de cualquier diccionario que se respete. Porque en realidad el profesor es un mago, sí, también es actor, mensajero, vigilante, vendedor, cuentero, entre muchos otros oficios, pero esencialmente es un mago que se vale de todos los trucos e ilusiones posibles para encantar a su público: esos sujetos que quieren hacer algo con sus vidas y que por eso aparecen en ese escenario llamado salón de clases. Usted profesor parece haber perdido la magia y si realmente ama su oficio debe retomar su camino, debe mantener la duda, debe aprender a hacer magia para espectadores que creen que ya conocen todos sus trucos y que seguramente están equivocados.
más, en:
http://oerussellianos.blogspot.com/2011/12/de-palabras-clases-y-magia-respuesta-un.html
Estudié en Colombia hasta séptimo y la verdad en varias escuelas y colegios donde estudié me enseñaros reglas de ortografía muy pocas y encima ni nos examinaban.
Creo en Colombia deberían quitar también puntos en los exámenes por cada fallo, ya que así despierta el interés por escribir bien, ya que nadie quisiera suspender un examen por faltas. De esta forma despertó en mí aprender reglas de ortografía y escribir bien, ya que siempre escuchaba a mis amigos enojados que se quejaban porque habían suspendido un examen por las faltas... Ojalá algún día pueda ver un comentario en facebook sin falta, ya que ahí en donde sobre abundan y donde uno se entera cuando alguien sabe o no escribir.
Saludos cordiales,
Norma Fatala
Felicidades por ser consecuente con su forma de pensar.
Mi admiración total profe y futuro colega.
Sara García. Universidad del Cauca
Lo que realmente se apodera de mis pensamientos después de leer sobre su situación, es la desesperada idea de lo que esta pasando con los jóvenes de la élite económica del país. Poco antes de leer sobre su situación, encontré en internet un articulo donde los jóvenes de la élite norteamericana, criticaban y protestaban por el "vacio intelectual" que se impartía en la cátedra de Gregory Mankiw en Harvard; justo después de creer que un cambio realmente grande y bueno estaba sucediendo entre nosotros los jóvenes estudiantes, sale en los medios esta situación; lo cual inevitablemente me obliga a comparar lo que sucede entre los jóvenes de las élites de ambos países.
Yo tengo 20 años, eso de alguna manera me ubica con los nativos digitales, aunque debo decir, que los párrafos que salieron en universo centro me dan verguenza ajena; mas que los errores ortográficos, muestran un total desinterés.
Me pregunto cuantos de sus estudiantes realmente quieren estudiar Comunicación.
Le deseo felicidad.
Le deseo felicidad.
marina gonzalez pacciotti
Pero ahora bien, allí entra el mea culpa de quienes fuimo somos o seremos profesores: Hasta donde nos comprometemos y participamos desde nuestro grano de arena? Ó seguimos buscando el culpable fuera en la basica o el prejardin, o en la casa. . .?
No es de renunciar es de asumir críticamente mi papel y desde alli, si me toca empezar con los vocales, HACERLO y poner mi grano de arena
Y disculpe mi ortografia...
Pero ahora bien, allí entra el mea culpa de quienes fuimo somos o seremos profesores: Hasta donde nos comprometemos y participamos desde nuestro grano de arena? Ó seguimos buscando el culpable fuera en la basica o el prejardin, o en la casa. . .?
No es de renunciar es de asumir críticamente mi papel y desde alli, si me toca empezar con los vocales, HACERLO y poner mi grano de arena
Y disculpe mi ortografia...
No poder comunicarse implica muchas más cosas que las dichas, y su filosofía es una interesante opción para la reflexión de todos los docentes.
Saludos Cordiales
Ana Bischoff
Caracas, Venezuela
Pero por otro lado, hace 4 años decidí tomar una carrera en el área del Derecho, en donde definitivamente debes saber leer, escribir, expresar tus ideas, interpretar, etc. Inicié esta carrera con personas, algunas mayores que yo que posiblemente se encuentren algunos entre los 50 a 60 años; otros de mi misma generación, años más, años menos; la inmensa mayoría, muchos años menores que yo y por lo tanto, pertenecientes totalmente a la era digital.
En todos los casos, el mayor problema que he visto, no como profesor, sino como estudiante, es una pobre cultura en general, que no se a quien achacar esta culpa; en otros una falta de interés en el fondo de las cosas, el propio sistema privilegia a memorizar muchos conceptos (lo cual es importante, porque sin dominarlos no se podría entender dicho fondo) pero no se estimula a ir más allá, a querer conocer no solo lo que se nos entrega, sino lo que falta por aprender de un área específica.
Yo no culpo a los estudiantes, ellos muchas veces actúan así porque así es como se nos programó desde nuestro hogar: a hacer exactamente lo que se nos dice, aprender lo que se nos enseña, esforzarnos, pero cuidado con esforzarte más de la cuenta, porque "el profesor podría considerarte un sabelotodo y por lo tanto dejarte en evidencia cuando él quiera"
En general esa es la forma de actuar que he visto en mis actuales compañeros e incluso es el comportamiento que he visto en otros estudiantes (los míos, cuando me ha tocado enseñar).
Definitivamente la responsabilidad es en parte del estudiante por el desgano ante tareas difíciles, pero por otro lado a la actitud adquirida en base a nuestra formación previa. Pocos fueron los profesores que en el pasado influyeron en mi de esa manera tan positiva (desear ir más allá de lo que meramente se me otorgaba en el aula de clases) de ellos traté de tomar esa forma de enseñar, esa actitud, de entender que es mejor tomarse 10 a 15 minutos de cada clase en exaltar esos valores de los que nos habla en su escrito; de decirle a los estudiantes diariamente qué es lo que se espera de ellos, debido a que ellos necesitan saberlo, necesitan enterarse de cuales son sus debilidades y cómo resolverlas a la vez de cuales son las expectativas de su profesor, a pretender solamente completar un elaborado y concienzudo programa pre elaborado.
Echarle la culpa a las nuevas tecnologías es un error, de hecho facilitan mucho nuestra vida. La culpa es de nuestro grado de compromiso como estudiantes, pero sobre todo, de la nueva generación de profesores, demasiado ocupados enseñando, tanto, que no les alcanza el tiempo para EDUCAR.
A demás no es tan difícil el escribir párrafos cortos y breves.
Se ha perdido la capacidad de analisis, de profundizar, de buscarle logica a las cosas. Me encantaria tener un maestro como usted dictandome clase!, me gusta la exigencia, me gusta cuando me dicen que hice las cosas mal... de eso es que se aprende verdaderamente. ¡Excelente escrito!, que buena enseñanza.
aqui y mas que nunca se afirma porque hace mucho tiempo las personas eran mas sabias , porque no habian sistemas que corrompieran o alejaran a aquellos ssabios de la verdad porque era mas facil sentir la curiosidad de saber mas, porque se preguntaban porque realmente quería hacer algo con sus vidas y realmente valoraban aprender. ahora tristemente solo creemos lo que nos dice el mundo técnico pues solo nos introducen a un mundo tecnológico, porque tristemente es mas fácil esforzarse menos, así no se aprenda. porque ahora somos muy conformistas. pero solo me gustaría que se pensara en un mejor futuro no el que nos quieren vender si no el que realmente nos llevara a la satisfacción total.
PUES EMBARRADA QUE DICHOS ESTUDIANTES NO APROVECHEN LA U PARA FORMARCE Y POPR EL CONTRARIO ASISTAN SOLO PARA DECIR QUE ESTUDIAN HAYA......
POR EL CONTRARIO EL PROFESOR SE NOTO QUE HIZO UNA BUENA LABOR Y DEPRONTO SE DESEPCIONO DE QUE TODO EL ESFUERZO QUE EL HACIA PARA QUE TUVIERAN CONOCIMIENTO NO FUE RECOMPENSADO HAY SI COMO DICE EL REFRAN " DIOS LE DA PAN AL QUE NO TIENE DIENTES"
Es verdad hoy en día todo es internet, google, Facebook o back Berry
Pero por mas que estos elementos sean tan útiles jamás, jamás podrán transmitir una emoción echas por si mismo no lograra conmoverme como el texto anterior logro hacerlo, por que esta echo por una persona que siente y que ama su profesión y como dice el maestro algún día tendrá 30 años, y creo que se acordaran de él y si no lo aprovecharon les pesara.
Sin embargo, creo firmemente que nuestro deber es seguir apostándole y seduciendo, por lo menos intentarlo. Por ello, en el tema de argumentación, puse a mis estudiantes a que respondieran su carta. Créame que nunca antes me había sentido tan orgullosa de ellas y ellos, porque hubo gente que lo leyó y le respondió con argumentos sólidos y una escritura clara, estudiantes de primer semestre, estudiantes de ciencias, de estadísticas. ¿Persisten errores? Claro, en este arte siempre los hará, pero me alegra que -antes que todo- pensaran, porque qué es la escritura si no una expresión del pensamiento.
Me gustaría compartirle algunos de estos escritos, si quiere leerlos.
Saludos y las apuestas hay que mantenerlas.
Ya para finalizar, pienso que el profesor Camilo cogió un rumbo equivocado, a que me refiero, pues a que para ser profesor hay que tener vocación como en todo, entregarse a su profesión, y eso a él le falto. Mi mamá es profesora de español y dicto clases en un colegio de una población muy pobre, donde los estudiantes no tienen ningún interés en aprender, van al colegio por pasar el rato con los amigos, buscar novio (a) o porque si no van al colegio sus papás los ponen a trabajar, pero siempre en cada salón van a ver 3 o 5 estudiantes que si quieres aprender y estudiar, y por estos estudiantes es que no se debe de dejar de enseñar.
No podria dar algun argumento claro,Son de esas líenas que debes leer, leer y volverlas a leer.Soy de esta generación, antes de empezar a leer vi cuantas páginas tenía- Y quién no lo hizo- me encanta leer, puedo jurarlo, y ser crítica, dar algún punto de vista. Pero la cultura de la lectura se pierda, ahora es más vaga, más lenta para los que apenas empiezan, recuerdo mis años escolares,(se dibuja una sonrisa en mi rostro); cómo me gustaba aprender y escuchar, ahora me remonto a los ultimos años de mi educación, y no puedo decir lo mismo, que falta de ganas, de empeño, con sobra de estupidés.Tal vez fué el profesor, el cambio de colegio, lo que si creo es que si alguna de las dos partes hubiera dado un poco más, sería distinto. Y, son tantos factores, la falta de presencia del docente en el alumno, y visceversa. Ahora que empiezo un nuevo reto, como estudiante, quiero entregarme a mí, por que no se adquiere conocimiento por caer bien a los demás, por estar encima de ellos o algo así, si no por que en verdad exista ese crecimiento interno que te haga sentir pleno.Aunque... el aprender no tiene fin, jamás se podría permanecer en esa plenitud. Su carta es inspiradora, y transforma el pensamiento abrupto y estático; Pero, ¿Cómo darle la razón a su retirada? No todo ésta perdido, y con tantos argumentos, que en mi concepto son válidos, muchos pueden perder la Fé. Para mí fue un verdadero gusto, leerlo y tratar entenderlo, como le dije anteriormente, son de esas líneas que hay que leer y leer. para encontrar su escencia. !gracias!
No podria dar algun argumento claro,Son de esas líneas que debes leer y volverlas a leer.Soy de esta generación, antes de empezar vi cuantas páginas tenía- Y quién no lo hizo- me encanta meterme en este mundo literario, puedo jurarlo,ser crítica, dar algún punto de vista. Pero la cultura de la lectura se pierda, ahora es más vaga, más lenta para los que apenas empiezan, recuerdo mis años escolares,y se dibuja una sonrisa en mi rostro; cómo me gustaba aprender, escuchar explorar y aventurarme. Pero, me remonto a los últimos años de mi educación, y no puedo decir lo mismo, que falta de ganas, de empeño, con sobra de estupidés.Tal vez fué el profesor, el cambio de colegio, lo que si creo es que si alguna de las dos partes hubiera dado un poco más, sería distinto. Y, son tantos factores, la falta de presencia del docente en el alumno, y visceversa.Los que resumen mediocridad. Ahora que empiezo un nuevo reto, como estudiante, quiero entregarme a mí, por que no se adquiere conocimiento por caer bien a los demás, por estar encima de ellos o algo así, si no por que en verdad exista ese crecimiento interno que te haga sentir pleno.Aunque... el aprender no tiene fin, jamás se podría permanecer en esa plenitud. Su carta es inspiradora, y transforma el pensamiento abrupto estático; Pero, ¿Cómo darle la razón a su retirada? No todo ésta perdido, y con tantos argumentos válidos, que muchos pueden perder la Fé. Para mí fue un verdadero gusto, leerlo y tratar entenderlo, como le dije anteriormente, son de esas líneas que hay que leer y leer. para encontrar su escencia. !gracias!
Tal vez, sus clases eran insípidas, tal vez no inspiraba usted tanto como otros maestros que si han logrado mejores resultados, resultados como usted mismo ( que es taaaan brillante). Muchas veces llegar a clase motivado no es suficiente y leer en papel como una costumbre hermosa no se complementa con un maestro como usted, de esos que llegan a clase sintiendo que son superiores, el lujo de su cerebro no es suficiente para lograr dominar algunas mentes inferiores.
¿ No pudo usted sacarles un párrafo bien hecho? Tal vez, llegar a dar algunos consejos literarios y corregir banales palabras en personas que pasan los 20 años, pero que no han llegado al tercer piso no es su mejor opción. Por eso, está bien que haya renunciado; porque esto no es para usted.
Entiendo su cansancio, porque la gente que no tiene energía se cansa, la gente que no posee la suficiente tolerancia se perturba, y la gente que abandona ( aún despidiéndose con esta carta) también muchas veces es llamada cobarde, así lo llamo yo a usted.
Tal vez su personalidad es de esas que prefieren la costumbre y no los retos. Tal vez es usted, una de esas personas que prefieren el sofá viejo y cómodo a probar la silla nueva de hermoso diseño. No está en discusión tampoco el amor por el libro en papel, no abra los ojos.
Cuando usted piensa no pierde, pero cuando abandona es cobarde, y justificar su partida con esta epístola, le ha dado buena prensa, porque usted no da puntada sin dedal, se lee, se nota.
Supe de la situación que describes hasta hace dos semanas. Tenía curiosidad de conocer el texto para saber qué era lo que había pasado. Y lo encontré. Ya ha pasado mucho tiempo y creo que en las aulas nada a cambiado. Yo conozco"profes" dedicados, amorosos de su trabajo, de transmitir lo que saben y de estudiantes que simplemente no se interesan. La decepción es grande. Hiciste bien en partir.
Estoy feliz, he tenido la fortuna de haberte tenido como "profe". En tan poco tiempo lograste transmitirme gran cantidad de información esencial al desarrollo de mis textos además de la cultura literaria. Gracias!
Tu texto... conmovedor ...
Claudia
INDRY RIVERA
TSEO 15 - 1120983
el profesor se retiro con razón porque el quería brindarles sus conocimientos y ellos no lo apreciaron.
y si continuaran personas como usted que lo único que le importa es brindar su conocimiento y no su ligereza de un sueldo. No habrían estudiantes que toda vía viven en un mundo de facilismo y mediocridad.
¿Qué estímulos literarios reciben los niños en casa? ¿Leen los padres de familia, escriben? ¿Los libros y las revistas hacen parte de la canasta familiar, los miembros de familia van juntos a recitales y ferias del libro?
No creo que la lectura y la escritura sea una labor presente en la cotidianidad de las personas, a no ser que sea parte de su estudio o trabajo, e incluso allí, las exigencias escriturales están delimitadas por las naturaleza de las tareas: escribir informes o reportes para los cuales incluso se memorizan fórmulas prácticas para salir del paso y la estimulación de la creatividad es poca o nula.
Lo cierto es que el gran grueso de las personas no somos usualmente buenos escritores en el día a día. No ejercitamos este oficio.
Conozco muchos adultos que ni siquiera tienen la cortesía de contestar los correos electrónicos
aprovechar todo esto prefieren perder el tiempo en cosas que no interesa que leer
o hacer trabajos que los ayuden a salir a delante