Las historias de narcos tienen prácticamente todas los mismos ingredientes: ascenso, excesos, traiciones y fidelidades, amores difíciles, sobornos, superchería, pompa y, claro, muerte. Quizá atendiendo a esa circunstancia Yuri Herrera ha compuesto una historia basada no en personajes sino en estereotipos: en Trabajos del reino los personajes no tienen nombres sino roles: el Artista, el Rey, el Heredero, la Niña, la Bruja, el Gerente, el Gringo, la Cualquiera... Tanto que su protagonista, un cantante de corridos, se llama Lobo sólo cuando no está en la corte del Rey, es decir, en el primer capítulo y en el último; el resto de la historia es el Artista.
Que está allí para cantar las grandezas del mero mero, pero se enreda en amores primero con la Niña y después con la Cualquiera (que está destinada al capo); se gana la confianza de los de arriba y hasta el Rey le encarga que se cuele en la fiesta de un rival para descubrir al traidor que está matando a los de su corte. Y allí, en esa fiesta del enemigo, se da cuenta el Artista de que todo es igual en todas las cortes: “La pachanga también tenía su oro sonajeado, sus muchachas rubias, sus botas rojas de oso hormiguero, su conjunto con tarima, su asada, sus pistos, su guardia, su cura de cajón…” (p. 101). Más adelante pasará por traidor y es citado por el Rey para ajustar cuentas. El comienzo del discurso es aterrador: “Para estar donde yo estoy no sólo basta ser un chingón, eh, hay que serlo y hay que parecerlo” (p. 114). Ya se sabe lo que viene: “Chíngate a este pendejo”, le dice al matón que está al lado.
La historia es la misma que tanto conocemos quienes hemos vivido en países acosados por los narcos, sí, pero entonces, como en las canciones populares que cuentan todas el amor o el desamor, lo que importa es el intérprete. Y Yuri Herrera ha compuesto un hit desde la primera frase: “Él sabía de sangre, y vio que la suya era distinta”. Acá las frases están cinceladas con jerga y con palabras cultas, con ritmo, esto es, con términos y acentos puestos donde deben estar para hacer música (y música muy mexicana): “A los muertos no se les pide permiso. Al menos, no a los pinches muertos. Se hace lo que se hace. Se agarra el modo y se presume, como quien pronuncia el nombre, y no se fija en lo que les buiga a los demás. O sí: para sentir su espanto, pues, porque el susto de los otros alimenta bien, remacha que la carne de los buenos es brava y necesaria, que hace bulto y zarandea las cosas” (p. 68). Y como en las canciones populares, asoman de tanto en tanto versos hermosos y sabios: “Lobo sintió envidia de la mala, y después de la buena” (p. 10); el Rey “parecía florecer en el fervor de los simples” (p. 65)...
Notable primera novela ésta de Yuri Herrera. Ya autores consagrados de México como Juan Villoro y Elena Poniatowska llamaron la atención sobre este brillante debut. Hay que darles la razón y esperar con interés las que vengan. Quizá esta no se consiga aún por aquí, pero el tipo va a pasar las fronteras y seguro más adelantico se va a distribuir.
Yuri Herrera, Trabajos del reino, Cáceres (España), Periférica, 2008, 136 páginas.
Comentarios
Los párrafos que apunta tienen ritmo de corrido, se leen mientras uno le pone música en la mente.
Fusílese toda la novela.
Salú pue.
PD. Dicho lo anterior voy a hacer un spam, está advertido.
SPAM
Ya está en el aire el capítulo 2 de su novela del martes, no se la pierda.
Salú pue.
Saludos, viejo Jiménez
La edición es preciosa, lástima el tamaño de la editorial y sus alcances... Lo que sí hay que hacer es esperar a que crezca y deje ver sus productos a este lado del charco. Periférica incluso publicó una novela de un colombiano, "Saide", de Octavio Escobar, y no la ha distribuido por aquí. A ver si le hacemos fuerza a esta para que tenga más lectores: vale la pena.
Intento comentar sobre títulos que puedan conseguir los lectores del blog, y muchas veces me he abstenido de comentar un libro inconseguible porque para qué. Pero con este no me pude callar: es una verdadera belleza.
Salú pue.
http://www.revistateina.com/teina/web/teina19/articulos/2literatura/yuri.pdf
Salú pue
Muchas gracias por vuestro apoyo a TRABAJOS DEL REINO y a nuestro propio "trabajo", que aunque surge en un reino, el de los borbones, es más bien republicano.
Nuestra editorial distribuye en la actualidad todo el fondo en México y Chile con bastante éxito y llegando a muchas librerías a través de nuevas distribuidoras, con presencia en las principales ferias. Y en el resto de América lo hace a través del exportador La Panoplia Export, llegando a varias librerías colombianas, como ha dicho algún amigo en este blog, habitualmente. El "partner" de nuestro distribuidor ahí es, por lo que sabemos, Canal 2 de Distribuciones. A éste "canal" o librerías como las ya citadas aquí, podéis solicitar nuestros libros.
Muchas gracias de nuevo.
Cordialmente,
Paca Flores
Responsable de prensa y difusión de la editorial Periférica
Yo, con el permiso del dueño del letrero, voy a fusilar algunos de mis pedazos favoritos, a ver si alguien más se anima a llevarse los ejemplares de la Lerner:
“Tantas palabras. Suyas. Bronca de signos que se atan. Son una luz constante. Son. [...] Un resplandor diverso cada una, cada una diciendo el nombre verdadero a su modo. Hasta las más mentirosas, hasta las más veleidosas. Ajá. No. No están ahí nomás para fecundar la testa. Son una luz constante.”
“A partir de ese momento la partitura del deseo se desordenó, porque cayó en la cuenta de que para tocar a la Cualquiera no tenía permiso; a ella no se la había entregado el Rey, y sin su palabra las cosas no podían moverse [...] Ella se dio cuenta cuando él miraba la pequeña nariz perfecta con ganas de pasarle un dedo de la punta a las cejas.
–Si tengo una mosca en la cara, quítamela –dijo la Cualquiera, y el Artista escondió las manos en ademán de ladrón.”
“Mejor quisieran oír nomás la parte bonita, verdá, pero las de acá no son canciones para después del permiso, el corrido no es un cuadro adornando la pared. Es un nombre, es un arma.
Cura que les escame.”
“Decir cuate, sueño, cántaro, tierra, percusión. Decir cualquier cosa.
Escuchar la suma de todos los silencios.
Nombrar la holgura que promete.
Y luego callar.”
C.
Una putería de novela.
Carlos Castillo.
Le contaré, Camilo.
Anónima.
Lucaz: decídete. Esto es mucho más que narcoliteratura. Para la muestra, los botones que puso C. Y gracias por recibirme tan bien en el club del cuarto piso.
Y a Paca, de Difusión Periférica, hay que decirle que hable con su distribuidor para Colombia, porque al menos en la Lerner parece que se agotaron los ejemplares.
.Juvenilia, de Miguel Cané.
.Iniciaciones, de Israel Centeno.
.El testamento de un bromista, de Jules Vallés
.Gina, de Rodrigo Soto.
Etc.
La verdad sale muy bien librado de la tarea que se impuso, aquí logra retratar en medio de una marea de sangre, traiciones, tristezas, corridos y amores canallas el silencio que rodea la fuga de estos tristes seres hacia una vida opulenta que nunca llega y lo que si encuentran es el miedo, la soledad y la muerte así como en la obra seminal de Rulfo.
Con una prosa elegante, poética y que nunca descuida la fábula y que por momentos logra un lirismo garciamarquino Lobo, La Cualquiera, El Rey y toda la farándula nos ponen de presente sin estridencias ni mentiras esa realidad que tristemente circunda –y amarga según doña H. Poniatoska y tiene la razón-prácticamente todas las ciudades latinomaricanas.
Habrá que seguirle la pista a don Yuri, excelente recomendado Camilo.
No había visto esta entrada. Muy buena Camilo. Yuri Herrera llegará muy lejos.
Saludos.
Carlos O.