El subrayado es mío: Las luces de Paris



Con el título “El poder de la superficialidad”, una versión ligeramente distinta de esta nota apareció en la revista Credencial, número 317, abril de 2013.


La página Yahoo Respuestas es una de las más divertidas de internet. Cualquier pregunta, por extravagante que usted crea que es, ya alguien la hizo antes. Y lo más gracioso: otro ya se ocupó de contestarla. Hace dos años un usuario llamado Anto preguntó los nombres de los perros de Paris Hilton. La mejor respuesta, según calificación de los usuarios de la página, la dio Manuel E: “¿Es de mucha importancia conocer esos nombres? ¿Es de vital importancia?”.

* * *

Investigando para esta nota me enteré de que para los más avezados conocedores del mundo del espectáculo Paris Hilton no es una celebridad sino una celebutante, esto es, una combinación de celebridad y debutante.

* * *

No nos engañemos: Paris Hilton es fea. Es una fea con plata, una fea arreglada. Prácticamente todas las fotos la muestran con una odiosa “cara de pato”, pero no es porque siempre esté haciendo un mohín: es porque efectivamente tiene cara de pato. Tiene el cráneo muy grande para sus rasgos faciales, los ojos anodinos, una giba en la nariz. Tampoco está buena: el trasero escurrido, las piernas muy flacas, las clavículas expuestas siempre, rodillas de niño. Mucho hueso. Claro, todo es cuestión de gustos.

* * *

Lo que la diferenciará para siempre de las otras celebridades es que Paris Hilton primero creó una marca y después agregó productos a esa marca. La marca es Paris Hilton. Luego llegaron los perfumes, la ropa para mascotas, los zapatos y bolsos, el disco y ahora, válgame Dios, los hoteles. Nunca antes se había hecho mercadeo de esa manera.

* * *

Rick Salomon, Jason Shaw, Benji Madden, Dough Reinhardt, Nick Carter, River Viiperi… Paris Hilton ha tenido tantos novios, tantas aventuras de verano, tantas conquistas de una noche que ni siquiera ha tenido tiempo para una boda relámpago.

* * *

La estrategia de crear la marca y luego agregarle productos no se la inventó ella sino su agente por casi diez años, Jason Moore. Él la acompañó en su ascenso al estrellato. Se separaron en 2009 porque la esposa de Moore no soportaba el tiempo que su marido le dedicaba a su cliente. Mire usted: justo desde 2009 Paris Hilton dejó de ocupar su puesto fijo —y diario— en las noticias de farándula.

* * *

“El omnipresente mundo de la celebridad —que ahora interconecta el entretenimiento, la política y las noticias— es dominado por expertos, sofisticados mánagers que entienden el ADN, la química de la fama, y saben cómo crearla. Ellos pueden dirigir las cámaras hacia donde escojan. Internet puede poner cualquier rumor en movimiento, no importa si es cierto o no. La realidad se puede crear, interpretar. Bienvenidos al mundo de la telenovela real, donde la celebridad vende de todo, donde nuevas y complejas historias personales se sirven de manera entretenida, y luego se convierten en películas, en las cuales cada vez se vuelve más difícil separar los hechos de la ficción”. (Maureen Orth, The Importance of Being Famous, New York, Henry Holt and Company, 2004. Traducido para la revista El Malpensante.)

* * *

No debe ser nada fácil posicionar una marca que no ofrece ningún producto tangible, que apenas es un nombre. Igual de complicado supongo que debe ser mantener esa marca, e ir agregándole productos. Ayuda ser heredera y tener un apellido reconocible por todo el mundo. Pero se requiere también ojo afilado para seleccionar los productos y para escoger el grupo de colaboradores, ejercer un monitoreo permanente sobre todos los aspectos de esa marca y de lo que mueve. Y, sobre todo, se requiere entrar a saco en los medios de comunicación.

Paris Hilton lo hizo. Eso demuestra que no es ninguna tonta. Quizá tampoco sea inteligente, pero viendo las decisiones que ha tomado, al menos desde el punto de vista empresarial, podemos decir que es sagaz. 

* * *

El ser humano se complace en celebrar sus logros, pero se regocija más con el fracaso de los otros. Y si esos otros tienen dinero, nombre y prestigio, mejor. Paris Hilton le dio todo al respetable público. Ella o su mánager, qué más da inventó el ahora viejo truco del video porno como estrategia. Cuando apenas era conocida como una heredera amante de la juerga apareció en Internet su performance con un exnovio en la cama de un hotel. Una semana después se estrenó el primer reality donde apareció Hilton, The Simple Life, en el que se iba a vivir con su mejor amiga a una granja, lejos de los lujos de Los Ángeles y Nueva York. Era un plato demasiado suculento para perdérselo: el capítulo de estreno tuvo 13 millones de televidentes, todo un récord para ese tipo de programas.

* * *

Además de astucia para los negocios, Paris Hilton ha demostrado ser muy ocurrente. Ha soltado frases memorables por divertidas, por frívolas, por desenfadadas: “Debes vivir todos los días como si fuera tu cumpleaños”, “Yo no pienso, sólo camino”, “Pedir Coca Cola Light es de gordas”, “No importa cómo luce una mujer. Si es segura, es sexy”, “¿Qué es un comedor de beneficencia?”, “Una verdadera heredera nunca es cruel con nadie, excepto con una chica que se roba a su novio”.

* * *

El más reciente reality de Paris Hilton prometía desnudar como nunca antes su vida privada. Se llamó El mundo según Paris y se estrenó en el segundo semestre de 2011. Su capítulo de estreno tuvo 400 mil televidentes. Nunca pudo levantar el rating, por lo que no se renovaron los contratos para la segunda temporada.

* * *

Marilyn Monroe, Dolce, Prince, Harajuku Bitch, Prada, Tinkerbell… bah. “¿Es de mucha importancia conocer esos nombres? ¿Es de vital importancia?”.


Comentarios

krlos ha dicho que…
Bastante entretenido, divertido algunas veces. ay Paris.