Alquimia de escritor, compilado por Roberto Rubiano Vargas


Para aprender a escribir no hay fórmulas mágicas, sólo se necesita mucho trabajo, lectura juiciosa y quizá atender una que otra recomendación de escritores que ya transitaron el camino que el pichón de escritor apenas empieza a recorrer.

Pues bien, Alquimia de escritor recoge algunas de esas recomendaciones de escritores profesionales. Pero no se trata de una compilación de consejos ni de frases al estilo “Para escribir bien debe usted…”. No. Aquí el compilador, Roberto Rubiano Vargas, él mismo un escritor dedicado y delicado, pone a conversar a múltiples escritores de diferentes épocas y tradiciones alrededor de temas como la pluma o el teclado (“Hoja en blanco, un segundo de terror mientras suspendo sobre las teclas de la Olivetti mi perpleja yema de Damocles”, dice Gesualdo Bufalino en la página 79), la técnica (“La técnica es una bolsa de procedimientos, trucos, engaños, gimnasia formal, superestructuras simbólicas, metodología, en una palabra”, advierte el recientemente fallecido Norman Mailer en la página 49), el estilo (el inmenso Marcel Proust: “El estilo para el escritor, al igual que el color para el pintor, no es cuestión de técnica sino de visión”, p. 85) y hasta la crítica (“Se hace crítica cuando no se puede hacer arte, del mismo modo que se trabaja de espía cuando no se puede ser soldado”, ataca Flaubert en la página 188), pasando por cine y escritura, la nostalgia como materia literaria, mujeres y literatura y el cuento como género perfecto.

El compilador pone el tema y da la palabra a autores, como dije, de todas las tradiciones, de todas las épocas, de todos los géneros. Ha tomado las citas de prólogos, cartas, entrevistas, conversaciones, artículos de periódicos, y las ha organizado para que los lectores sepamos qué pensaron sobre esos asuntos nuestros escritores favoritos.

Ya había comentado aquí un libro similar, muy escaso en Colombia y aun en México, su país de publicación, y feo. Pues bien, esta es una versión corregida y aumentada, mejorada, de ese Manual del narrador. Y además mucho mejor editado: los libros de Icono son muy bellos en su sencillez (buen papel, fuente proporcionada, márgenes generosos), e incluyen lo que uno necesita para complementar la lectura: cada capítulo se abre con un comentario lúcido y gracioso del compilador, y al final se incluye un completo índice de autores, por si lo que quiere es escuchar sólo a uno de los escritores que conversan en este buen libro. Qué maravilla que pudiera hacer uno eso en las fiestas y cenas a las que lo invitan por ahí.


Roberto Rubiano Vargas (comp.), Alquimia de escritor, Bogotá, Icono Editores, 2006, 222 páginas.

Comentarios

Carlos Augusto Jaramillo ha dicho que…
Uno de los mejores, de Onetti, dice: “Durar frente a un tema, al fragmento de vida que hemos elegido como materia de nuestro trabajo, hasta extraer, de él o de nosotros, la esencia única y exacta. Durar frente a la vida, sosteniendo un estado de espíritu que nada tenga que ver con lo vano e inútil, lo fácil, las peñas literarias, los mutuos elogios, la hojarasca de mesa de café. Durar en una ciega, gozosa y absurda fe en el arte, como en una tarea sin sentido explicable, pero que debe ser aceptada virilmente, porque sí, como se acepta el destino. Todo lo demás es duración física, un poco fatigosa, virtud común a las tortugas, las encinas y los errores”.
Carlos Augusto Jaramillo ha dicho que…
Un maravilloso apunte de Faulkner en una entrevista: “Si el escritor está interesado en la técnica, más le vale dedicarse a la cirugía o a colocar ladrillos. Para escribir una obra no hay ningún recurso mecánico, ningún atajo. El escritor joven que siga una teoría es un tonto. Uno tiene que enseñarse por medio de sus propios errores; la gente sólo aprende a través del error. El buen artista cree que nadie sabe lo bastante para darle consejos, tiene una vanidad suprema. No importa cuánto admire al escritor viejo, quiere superarlo”.

La entrevista completa está en Ciudad Seva.
Camilo Jiménez ha dicho que…
Quizá olvidé mencionar que este no es un libro para escritores en ciernes: le va a encantar a cualquier interesado en la lectura, en la ficción, en el conocimiento, en cómo se hace la literatura. O como la han hecho los escritores invitados a estas charlas con Rubiano.
Anónimo ha dicho que…
¡Camilo marica, no tengo plata! ¿Estará en la Luis Ángel?

Nos hablamos,
Andrés.
P.D: Y la ginebra ahí.
Camilo Jiménez ha dicho que…
Debe estar en la Luis Ángel y también está en mi casa, Andrés. Ahí verá. Y le vaticino el fin a esa ginebra antes del miércoles de la próxima semana.
Carlos Augusto Jaramillo ha dicho que…
Camilo, por Dios. Dale una esperita a la Ginebra, sino este montañero se queda sin probar. Viajo el jueves.