Fusilado: William Somerset Maugham



Durante las décadas del veinte y del treinta Maugham fue el escritor más exitoso, más leído, más vendido en Europa. Una especie de Stephen King de ahora. Pero la crítica nunca reconoció su verdadero valor literario, y pocos escritores, además de Anthony Burgess y George Orwell, reconocieron la influencia que ejerció sobre ellos, quizá porque siempre estuvo alejado de las experimentaciones formales de sus contemporáneos –Joyce, Woolf, Faulkner…–. La prosa de Maugham es diáfana, directa, y sus mayores alcances están en la observación cínica, en la caracterización perfecta y amarga de personajes. Aun hoy el escritor británico –aunque nacido en París y muerto en Niza– está algo relegado, a pesar de haber escrito verdaderas obras maestras como esa bonita biografía novelada de Gauguin titulada La luna y seis peniques –hágame el favor el título–, o su autobiografía Servidumbre humana, de más de seiscientas páginas y en la que en ningún momento deja ver sus preferencias (bi)sexuales. ¿Amañada? Sí, pero también genial por eso mismo (puede que me equivoque y haya por allí referencias, guiños que no supe percibir cuando la leí, como a los diecisiete). Su novela más celebrada, El filo de la navaja, narra la experiencia de un hombre de alta posición social que deja todo para irse a la India a buscarle sentido a su vida. En 1944, en plena guerra, fue mal recibida por el establecimiento, que la calificó de escapista; si se hubiera publicado 20 años después habría caído en el saco de las novelas fundacionales del movimiento hippie, al lado de En el camino y similares. Con el humor amargo del que siempre hizo gala, el propio Maugham dijo ya viejo: “soy el mejor de los escritores entre los escritores de segunda línea”.

Desde antes de cumplir 20 comenzó a escribir diarios, donde apuntaba sus pensamientos y reflexiones al comienzo, y que luego fueron convirtiéndose en la base para la creación de escenas, la caracterización de personajes en sus obras de ficción. Y eso se nota: al comienzo mucho aforismo, mucho pensamiento, hacia el final más bien descripciones, perfiles, notas de viaje, situaciones que veía por ahí. “Mi intención fue que mis cuadernos de notas fuesen un almacén de materiales destinados a un uso futuro y nada más”. En el 49 se decidió a publicarlos bajo el título Cuadernos de un escritor. “No lo publico porque sea lo bastante vanidoso como para suponer que toda palabra mía merece ser perpetuada. Lo publico porque me interesa la técnica de la producción literaria y el proceso de creación, y si un volumen como este, escrito por otro autor, cayese en mis manos, me arrojaría sobre él ávidamente”. Fue lo que hice cuando vi el volumen en una venta de saldos hace años. Y escogí de aquí y de allá algunas notas. Si hay tantas sobre (¿contra?) las mujeres es porque las consideraba competencia, y en sus anotaciones sobre ellas derramó lo más ácido de su talante. Debo decir como en las publicaciones institucionales aquello de “la opinión de los fusilados no necesariamente refleja las opiniones de el ojo en la paja bla, bla, bla”. Aunque en algunos casos sí.



Cuadernos de un escritor

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Una solterona es siempre pobre. Cuando es rica, es una mujer de una cierta edad que no se ha casado.

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Siempre me han infundido sospechas las teorías de los novelistas; no las he considerado nunca otra cosa que la justificación de sus propias carencias.

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No está casada. Me dijo que, en su opinión, el matrimonio tiene forzosamente que ser un fracaso si una mujer no puede tener más que un marido.

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No hay como el amor para que un hombre cambie de opiniones. Porque nuevas opiniones son casi nuevas emociones. Son el resultado no de un pensamiento, sino de una pasión.

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Hablándome de una palabra muy larga que alguien había empleado, me dijo: “Una palabra tan aristocrática, ¿sabe usted?, que parece que a uno tienen que dolerle las mandíbulas con sólo pronunciarla”.

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¡Cuán sentenciosos somos! Creo que nuestras observaciones deberían ser puntuadas con polvos de rapé.

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–¿Sabe usted francés?
–Pues… verá usted. Puedo leer una novela francesa cuando es indecente.

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Una mujer puede ser tan perversa como se quiera, pero si no es bonita no le servirá de nada.

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Hay una placentera ironía en la juventud dorada que va al diablo todas las noches y a misa de ocho a la mañana siguiente.

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En una cena de compromiso hay que comer con prudencia, pero no demasiado bien; y hablar bien, pero no con demasiada prudencia.

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No hay hombre que en el fondo de sí mismo no sea tan cínico como una mujer bien educada.

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En el hospital. Dos hombres eran grandes amigos: comían juntos, trabajaban juntos y se divertían juntos. Eran inseparables. Uno de ellos se fue a su casa a pasar unos días y en su ausencia el otro, al efectuar una autopsia, sufrió un envenenamiento de la sangre y cuarenta y ocho horas después murió. Había citado a su amigo en la sala de autopsias. Cuando entró lo encontró sobre la losa, desnudo y frío.
–Me produjo cierta impresión –me dijo cuando me lo contó.

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El resultado habitual de la cohabitación del hombre con la mujer, por sancionado que esté por la sociedad, es hacerlo un poco más insignificante, un poco más mezquino de lo que de otro modo hubiera sido.

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No hay características femeninas más acusadas que una pasión por la minuciosidad y una memoria infalible. Una mujer es capaz de darnos cuenta minuciosa de una conversación insignificante sostenida con una amiga unos años antes; y lo que es peor, la dan.

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Pocos infortunios pueden caer sobre un chiquillo que ocasionen peores consecuencias que tener una madre verdaderamente afectuosa.

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Un código moral es tan sólo aceptado por las mentalidades débiles; las fuertes se forman el suyo.

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Un día de mar alborotado en la bahía de Nápoles. Los napolitanos vomitaron grandes cantidades de macarrones no digeridos. Vomitaron con un chorro súbito, como agua que escapara de una cañería reventada, y sus bocas abiertas les daban una expresión estúpida y angustiada de pez fuera del agua, pero a ellos no se les podía dar un golpe en la cabeza como se hace con los peces para acortar sus sufrimientos. Además, no tenía nada con que golpearlos.

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La gran mayoría usa innoblemente la porción de inteligencia de que dispone, después de preocuparse por su propia conservación y la propagación de la especie.

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Pueda la muerte cubrir mis años con la noche.

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Cuando una mujer de cuarenta años le dice a un hombre que es lo bastante vieja para ser su madre, la única salvación del hombre está en la huida. O se casará con él o lo arrastrará al tribunal de divorcios.

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Habría que cultivar siempre los propios prejuicios.

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Los tres deberes de la mujer: el primero, ser bonita; el segundo, ir bien vestida; el tercero, no contradecir jamás.

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¿Soy acaso un poeta menor para tener que exponer al vulgo mis sangrientas entrañas?

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Los lectores no se dan cuenta de que el pasaje que leen en una hora, en cinco minutos, se ha desarrollado fuera de la sangre del corazón del autor. La emoción que los impresiona como “tan verdadera” la ha vivido durante noches enteras de amargas lágrimas.

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Hay personas que dicen “Muy bien, muchas gracias”, cuando se les pregunta cómo están. ¡Cuán vanas deben ser para imaginarse que a uno pueda importarle lo más mínimo!

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Y, accidentalmente, en un desgarrón de rápidas nubes, aparece la pálida estrella tiritando de frío.

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No concibo disposición de espíritu más cómoda para la conducta en la vida que una resignación teñida de humor

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Éxito. No creo que me produzca ningún efecto. Por una parte siempre lo esperé, y cuando llegó lo consideré tan natural que no creía conveniente armar barullo por ello. Sólo tiene valor para mí porque me libera de la incertidumbre financiera que no estaba nunca totalmente ausente de mis pensamientos. Detesto la pobreza.

Detestaba tener que contar y economizar a fin de poder hacer llegar el dinero. No creo ser tan presuntuoso como era años atrás.

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Se sumergió en un mar de trivialidades y, con el poderoso pecho de un nadador del canal de la Mancha, emprendió su confiado paso hacia los blancos acantilados de lo obvio.

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Timidez: mezcla de desconfianza y vanidad.

Lo fusilamos de: William Somerset Maugham, Cuadernos de un escritor, Barcelona, Península, 2001, 412 páginas. Traducción de Manuel Bosch.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
La verdad es que me leí El filo de la navaja hace años y ni siquiera me acordaba del argumento, lo que si recuerdo es que no me entusiasmó. Fue una novela que caminó descalza, silenciosa y desapareció tal como vino. Quizá le de otra oportunidad.
Carlos Augusto Jaramillo ha dicho que…
Somerset Maugham es un gran escritor. Sobre todo, un maestro en el arte de narrar. Cami, socio, no es Burguess. Tampoco era un burgués. Y era grande. Espero que lo fusilés prontico a él también, aunque ya le pegaste el primer balazo en el apellido. Un abrazo, muy buena la entrada.
Carlos Augusto Jaramillo ha dicho que…
Este pasaje es famoso. "Dice la Muerte: Había en Bagdad un mercader que envió a su criado al mercado a comprar provisiones, y al rato el criado regresó pálido y tembloroso y dijo: Señor, cuando estaba en la plaza de mercado una mujer me hizo muecas entre la multitud y cuando me volví pude ver que era la Muerte. Me miró y me hizo un gesto de amenaza; por eso quiero que me prestes tu caballo para irme de la ciudad y escapar a mi sino. Me iré para Samarra y allí la Muerte no me encontrará. El mercader le prestó su caballo y el sirviente montó en él y le clavó las espuelas en los flancos y huyó a todo galope. Después el mercader se fue para la plaza y me vio entre la muchedumbre y se me acercó y dijo: ¿Por qué amenazaste a mi criado cuando lo viste esta mañana? No fue un gesto de amenaza, le dije, sino un impulso de sorpresa. Me asombró verlo aquí en Bagdad, porque tengo una cita con él esta noche en Samarra". Es de una obra de teatro llamada Sheppey.
Camilo Jiménez ha dicho que…
Creo que para ese pasaje se inspiró en uno de Las mil y una noches, Pablo. ¿O me equivoco?

Y sí, tenés razón, no es Burguess, es John Anthony Burgess Wilson. y fusilarlo me queda difícil porque apenas he leído La naranja mecánica... otra de esas deudas de lectura que se acumulan y acosan.
Camilo Jiménez ha dicho que…
Lo corregí, Pablo, no me soporto las erratas. (Brinca, Willy.)
Anónimo ha dicho que…
Somerset Maugham, Burgess...Las Mil y Una Noches...tantas lecturas pendientes. Excelente entrada Camilo, ya que la clientela pide productos, a mi me gustaría que te cantaras una del gran Vladimir Nabokov.
Carlos Augusto Jaramillo ha dicho que…
Burgess tiene una autobiografía en dos tomos, de los cuales el segundo es una obra maestra del humor y la nostalgia. Comienza así (se llama "Ya visite lo tuyo"): "LANCÉ un suspiro y metí un folio en la máquina de escribir. --Más vale que empiece-- me dije. Y así lo hice: como no había nunguna posibilidad de conseguir trabajo, con menos de un años de vida por delante, no tuve más remedio que meterme a escritor profesional. Era el mes de enero de 1960 y, según el pronóstico médico, me quedaban por vivir una primavera y un invierno y un verano, antes de fallecer con la caída de la hoja." Cito de la edición de Grijalbo Mondadori, 1993
Camilo Jiménez ha dicho que…
Lucaz, sabés que Nabokov es uno (¡otro!: soy muy promiscuo) de mis grandes amores. Buscaré, claro, algo para compartir acá.
Esteban Dublín ha dicho que…
Estimado Camilo, agradezco la visita, sobre todo viendo el nivel literario que encontré aquí. Siempre bienvenido.
Mauricio ha dicho que…
uyy Camilo, sumerce me da chance con este post para preguntar algo que siempre le he dado vueltas y es si existe un punto en el que un escritor de los llamados best-seller, que en general no es apreciado en general por la academia y los escritores mas "refinados" por asi decirle, puede ser realmente un buen escritor pero su exito comercial no es contrastado en la valoracion literaria hecha por los criticos y/o escritores contemporaneos??? lei hace poco de quien escribio "Sin tetas no hay paraiso" (libro que me parece una perdida absoluta de tiempo), Gustavo Bolivar, indicando que quienes lo criticaron (en particular Ma. Ximena Duzan) ni siquiera habian leido su libro y claro, no es que este defendiendo su obra, pero el punto es que si pienso que hay mucha influencia social por parte de los criticos en las valoraciones de muchos libros (bueno Maria Ximena Duzan no es una critica literaria pero si hablo mal del libro en una columna de opinion de El Tiempo)....y esto no ocurre solo en literatura, en matematicas un caso tipico conocido es el de Cantor y Kronecker por dar un ejemplo.
Camilo Jiménez ha dicho que…
Hombre Mauricio, yo he disfrutado mucho la lectura de algunos bestsellers. "El padrino", por ejemplo. Y en un período de mi vida en el que andaba súper apático con la lectura, un par de novelas de Danielle Steele me volvieron a acostumbrar a estar horas pegado a las páginas. Fácilmente pude haberme leído la obra completa de Leon Uris (Exodo, QBVII, Mila 18, Topaz...), y Frederic Forsythe me puso a sudar con sus aventuras (Chacal, Odessa, La alternativa del diablo...). No hay que hacerle el fo a escritores que saben contar bien una historia, o que tienen negros que lo hacen muy bien. Todo es cuestión de intereses y perspectiva. O de necesidades: ¿siempre hay que leer a Borges, a Cortázar, a Nabokov? No creo. Ahora bien, es mi opinión, los críticos y académicos tendrán también la suya.
Anónimo ha dicho que…
Así como en el cine no todo puede ser Bergman, Trufaut, Scorsese etc etc, en literatura -supongo- los autores que menciona Camilo deben ser muy entretenidos, yo es por falta de tiempo que no les meto el diente. Pero si disfruté mucho El Padrino.
A ha dicho que…
Me van a perdonar que meta la cucharada en el tema de los bestseller Vs la calidad literaria y la diferenciación entre cultura popular y cultura de elite. Y es que es un tema que no ronda sólo los blogs literarios sino también la academia. Unos datos para ilustrar mi punto:

The Road/La carretera, Corman McCarthy – Bestseller 2007 y 2008 CLUB DE LECTURA DE OPRAH WINFREY

No Country for Old Men, Corman McCarthy – Bestseller 2008

Los detectives Salvajes, Roberto Bolaño – Bestseller 2007

El amor en los tiempos del cólera – Bestseller 2008 y CLUB DE LECTURA DE OPRAH WINFREY

Atonement, Ian McEwan – Bestseller 2008

What is the What, by Dave Eggers, Bestseller 2008…

Sólo una muestra de la lista de Bestsellers actuales para demostrar que las barreras de lo que se considera canónico o perteneciente a las elites intelectuales y lo que podemos considerar masivo, popular o de menos alcurnia ya no existen. Es un debate que sinceramente ha ido quedando en la modernidad. Muy típico de la ilustración y la era de la razón y demás, pero no olvidemos que nuestros contextos y realidades han variado considerablemente. ¿Quién puede negar que Cervantes fue un Bestseller, por ejemplo? No vamos a considerar a Don Quijote como una obra menor porque en su tiempo se vendió como arroz. Creo que la necesidad de etiquetar a ciertos autores, obras y lectores es más una tendencia de pocos a separarse de las masas y sentirse especiales. Que The Road/La carretera, sea un Bestseller y que aparezca en la lista de club de lectura de la Oprah o que se le esté haciendo una versión de cine me parece que ni le quita ni le pone a su calidad literaria, por ejemplo. A mí si un libro tiene calidad estilística o temática o es innovador o impactante me vale huevo si la academia o la crítica lo consideran un pasquín sin valor o el non plus ultra de la literatura. No hay mejor crítico que uno mismo o los pocos amigos con los que se comparten los gustos.

Perdonen la verborrea...
Tamaño Oficio ha dicho que…
Bravo eso de los mejores vendidos: es un dilema que uno como lector tarde o temprano tiene que enfrentar. Pero si nos vamos por el camino de que la vida no va a alcanzar para leer todo lo que uno quisiera, ¿no vale la pena ir a la fija, no arriesgarse con vampiresas como esa Steele, o molestarse con bellacos como Bolivar?

Tal vez lo que se crítica no es la cantidad de libros vendidos o cuáles membretes aparecen en las portadas. Lo que produce tristeza es que libros con argumentos torpes, que demuestran un afán meramente mercaderista, son los que se comentan y se recomiendan entre gentes.

El Lector -aquel que encuentre placer en la Literatura- tiene que vivir con eso, callarlo y algún día, con muchas copas en la cabeza, armar un escándalo y rodar por el suelo.
Anónimo ha dicho que…
Ah no. yo no leo nunca un libro que haya vendido más de 10 mil o 20 mil ejemplares. Eso es basura para snobs, escapismo. Este blog se está volviendo como fariseo. Estaba entusiasmado pero lo voy a poner en periodo de prueba

patiño
Anónimo ha dicho que…
Qué gente tan aburrida. Mas de diez mil caracteres, contando el post y los comentarios, y ni un solo golpe de efecto. Planito, planito, como cada edición del Malpensante. Y yo que pensé que el de bomberos era el menos hijo de puta de todos los uniformes.
Anónimo ha dicho que…
Muy bien por los dos últimos comentarios que quisieron hacer spranks al estilo William Zapata. El primero fue fallido, más bien descachado. Y el segundo se acercó bastante, lo cual quiere decir que ya tengo un sello y, mejor, imitadores.

Atentamente, Luna de Miel en la Luna.
Anónimo ha dicho que…
El tema de las ventas es lo de menos, al menos para el lector. De lo que se trata es de calidad y perdurabilidad: "para ser un verdadero genio hay que estar muerto" decía Thomas Mann en Tonio Krogger para los interesados en aprender a escribir. Y al momento de la publicación la evaluación de la calidad requiere de un cuerpo de críticos honesto y con conocimiento profundo de estos berenjenales de la literatura. Ya cada lector verá con que tipo de obras se identifica y a cuales críticos les cree o a cuales no. Como en todo, si uno lee con juicio adquiere criterio y se aprende a mover en el maremagnum de publicaciones que tiene a la mano, puede uno equivocarse y decepcionarse pero de eso se trata.
Anónimo ha dicho que…
No sé, creo que hay una confusión muy grande con el término best-seller. Para los gringos es un género que reúne muchos subgéneros con características muy definidas: novela histórica, romantica, de suspenso, etc. Son novelas prácticamente hechas con un manual. Los agentes literarios ofrecen primeras novelas que ni siquiera han sido publicadas en su país de origen y las denominan sin ningún pudor como best-sellers. Ellos hacen la distinción entre best-seller y literary fiction. La carretera, El olvido que seremos, El nombre de la rosa no serían best-sellers sino libros que valen mucho y que venden muy bien.

Carlos Castillo
Anónimo ha dicho que…
De acuerdo. Una cosa es el significado primario del término best seller (que vende mucho), otra, lo que significa en el mercado editorial (la clasificación arriba expuesta). De cualquier manera estas etiquetas son para los ingenuos, o para los que no se enteran mucho del tema. Es igual de tonto no leer un best seller porque se vende mucho, o creer que un libro es malo por la misma razón, que creer que es bueno por sus millones de ejemplares vendidos. El espectro del best seller se ha ampliado tanto en estos días que se presta para este tipo de confusiones.
Oye Camilo, ¿la esquizo te sigue pegando duro o lo de "fusilamos" es para confundir a los visitantes belicosos?
C.
Anónimo ha dicho que…
¿Entonces este blog es un best-seller o sólo vale mucho y vende bien?

Chaparrón B.
Camilo Jiménez ha dicho que…
Si uno sólo come bistec con papas fritas nunca va a conocer nunca el encanto de un apestoso gorgonzola. Si uno sólo come trufas y caviar nunca va a poder apreciar la humilde delicia de una carne asada con papitas. En lecturas, como en casi todo, hay que ser promiscuo, sin tener en cuenta si el libro vendió millones o decenas. Creo yo.

Rara la diferenciación que menciona Castillo, entre bestseller y literary fiction. Pero creo que está apenas para los despistados lectores americanos, sobre todo con tanta paja y tan poco grano.

Querida C, creo que siempre he puesto "Lo fusilamos de:". Pero lo indivualizo si quieres, aquí estamos para complacer al respetable. Y qué bueno que te animaste a comentar. ¡Al fin!
Anónimo ha dicho que…
Estimado Chaparrón, por ahora lo segundo. Vamos a ver si con el tiempo también lo tercero.

Control de alcoholemia
Anónimo ha dicho que…
Pues sí, me animé. Como si tú y yo (y ya sabes de qué te hablo) no tuviéramos mucho trabajo.
Anímate tú a usar el "fusilamos" cuando me contrates, cuando el ojo en la paja sea un best seller, cuando valga mucho, cuando venda bien y podamos vivir de esto.
Camilo Jiménez ha dicho que…
Un vínculo sobre el tema ventas/calidad que salió justo en estos días en El Cultural, a propósito del día del libro:

http://www.elcultural.es/HTML/20080417/LETRAS/LETRAS22921.asp
Anónimo ha dicho que…
¡Morralla!
Samuel Andrés Arias ha dicho que…
Camilo:
En Habla, memoria hay más de un buen fragmento de Nabokov digno de que lo lleves al paredón.
yacasinosoynadie ha dicho que…
Que carajo importa si es best-seller o no... lo que importa es que sepa bueno y divierta... punto, sin tanta pendejada. Roberto Bolaño hubo un tiempo en que comenzó a vender montones y eso no le quita la calidad.

¿o es que las hamburguesas del corral son malas porque venden mucho?

PDT: sospecho que con esa pregunta brincará alguno a decir que la comida del corral es basura (esta en todo su derecho) pero también le dieron palo a Gabo y es Gabo (aunque le duela a un montón)

PDT2: que bueno regresar por qui, y encontrar que todo esto respira de nuevo...
Alfred Cohen ha dicho que…
Felicitaciones por el blog, por el post y por la cantidad de gente que te lee.
Mo honraría que pasaras por el mio un ratito...
Gracias.
Borrasca ha dicho que…
Este fusilado es simplemente MAGISTRAL. Me encanta y es de los que releo cada vez que puedo.
En el fusilado de hoy no te comenté porque los gatos me producen prurito, guácala ni siquiera de lejos.

Besos borrascosos